El defensa central argentino, José María Basanta, admitió que se «tiró» al área cuando sintió en la espalda una mano, en la jugada que el silbante Francisco Chacón decretó pena máxima que ayudó a Monterrey a eliminar a Cruz Azul en semifinales de la Concachampions.
A los 78 minutos del encuentro semifinal de «vuelta» de la Liga de Campeones de la Concacaf en el estadio Azul, Basanta fue en busca de un remate para igualar los cartones, cuando con el 1-0 obra de César Villaluz el juego estaba 2-2 en el global, pero el tanto celeste en la «ida» los tenía cerca de su tercera final en la «Concachampions».
«Estaba por saltar, siento la mano, no puedo saltar y me tiro», indicó el pampero al salir del duelo respecto a la acción que se registró a los 78 minutos y que fue convertida por el chileno Humberto Suazo, en su regreso a las canchas tras una lesión en un hombro que lo tuvo fuera de acción por tres semanas.
En la citada acción, Suazo puso el 1-1 en el partido para el 3-2 favorable en el marcador global, además que el silbante mostró la segunda tarjeta preventiva del encuentro al zaguero chileno Waldo Ponce, para que la «Máquina» terminara sólo con diez elementos.
«El segundo tiempo por ahí tuvimos más la pelota, tratamos de generar situaciones. Ellos estuvieron bien atrás, pero así son los partidos, en cualquier momento y por pequeños detalles se puede ganar y sabíamos que iba a ser así».
Agencia El Universal