El llamado cilindro de Ciro, un artefacto con 2 mil 500 años de antigüedad, regresa este lunes a Londres para reincorporarse a la colección del Museo Británico tras haber estado expuesto en Teherán en calidad de préstamo temporal.
Más de un millón de iraníes acudieron a ver ese objeto, considerado como la primera Declaración de Derechos, durante los siete meses en que estuvo expuesto en la capital de ese país en un gesto destinado a cicatrizar «viejas heridas» , según el director del museo británico, Neil McGregor.
Ese préstamo significa que «a pesar del glacial estado de las relaciones diplomáticas» bilaterales, profesionales británicos e iraníes «pueden felizmente trabajar juntos en determinadas áreas» , explica McGregor en un artículo que publica hoy el diario The Times.
El cilindro data del 539 antes de la era cristiana, cuando el rey de Persia Ciro conquistó Babilonia, el antiguo reino de Nabucodonosor y Baltasar, y decreta en escritura cuneiforme que se permitirá a los pueblos esclavizados por ese reino, entre ellos los judíos, volver a sus respectivas patrias y venerar a sus dioses particulares.
Gracias al préstamo por el Museo Británico de ese cilindro, escribe hoy el periódico, se pudo entregar una carta personal al consejero principal del presidente Mahmud Ahmadineyad, en la que se solicita poder entrevistar a Sakineh Mohammadi Ashtiani, la iraní condenada en un principio a lapidación por supuesto adulterio.
El periódico contrasta el espíritu de tolerancia puesto de manifiesto por Ciro con el famoso cilindro y el Irán actual, donde más de 40 periodistas están en la cárcel, el año pasado se llevaron a cabo casi dos ejecuciones al día y donde las detenciones y las campañas de intimidación de abogados, políticos de la oposición y defensores de los Derechos Humanos están a la orden del día.
Agencia El Universal