Ocho especies de serpientes, una de rana y otra de salamandra han desaparecido de las selvas ubicadas en la región de Los Tuxtlas, en el sureste de México, afirmó un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En los últimos 10 años se han realizado muestreos y no se han encontrado ejemplares de esas especies, y no se sabe si se extinguieron de la zona o simplemente no han sido vistas, explicó en un comunicado Hugo Reynoso, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, la mayor universidad de México.
«Una década es un periodo importante de muestreo como para no haberlas hallado», aseveró el académico.
Reynoso explicó que las 155 mil 122 hectáreas de bosques de la reserva de Los Tuxtlas, ubicada en el estado de Veracruz, han padecido una severa «fragmentación» en las últimas décadas debido a la deforestación.
La parte baja de la reserva se ha dividido en una serie de espacios de tamaños variados, que van desde la reserva que la UNAM posee en ese lugar, con 640 hectáreas y la mejor conservada, a muchos trozos de entre una y 30 hectáreas.
«Lamentablemente, parece ser que en las franjas de cuatro hectáreas los anfibios y reptiles desaparecen, y sólo sobreviven algunas especies muy resistentes», dijo.
Reynoso detalló que esos animales constituyen una especie de «suma importancia» porque son los primeros vertebrados en desaparecer de los sistemas, ya que dependen del hábitat para su reproducción y no tienen la misma capacidad de movimiento que las aves, «que si no están a gusto se van a otro sitio».
El experto subrayó que entre más grande es una porción de tierra, mayor es su diversidad.
En Los Tuxtlas, las zonas que constan de más de seis hectáreas «aún guardan una importante riqueza biológica», aunque en espacios de hasta 30 hectáreas ya no se han encontrado mamíferos más grandes que los tejones, mapaches, tlacuaches y mono aullador, sostuvo.
Incluso, en esa zona de Veracruz ya han dejado de existir mamíferos de gran tamaño como el jaguar y el tapir.
Según el científico, las selvas del sureste de México son uno de los ambientes terrestres más diversos que hay en el planeta, ya que alojan entre 60 y 80% de las especies de plantas y animales conocidas hasta el momento.
Empero, entre 1960 y 1990 esas áreas «sufrieron una tasa de deforestación importante», que propició la eliminación de entre 60y 80% de su distribución geográfica original, así como una división de las selvas remanentes.
A juicio de Reynoso, es posible acabar con ese problema y «unir las islas de vegetación para conformar segmentos de mayor tamaño o interconectarlos».
«La UNAM está en posibilidades de hacer esa tarea», aseguró.
La idea es evaluar el efecto de la destrucción del entorno en la parte conservada de la selva, y analizar los pequeños trozos dispersos, para observar cómo se modifican los ecosistemas.
La conservación de las selvas es fundamental, «porque el germoplasma que contienen representa una riqueza biológica, parte de nuestro patrimonio natural y un potencial genético que puede ser aprovechado por la sociedad», concluyó.
Agencia El Universal