El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Mario Sánchez, dijo que durante décadas se ha propagado la corrupción en México, y lamentablemente los sistemas político, legal y social lo han tolerado, y en algunos casos incentivado su crecimiento.
Al participar en la inauguración del Día Internacional Anticorrupción que organizó la Secretaría de la Función Pública (SFP), el líder empresarial señaló que el soborno es uno de los factores que más ha lacerado el crecimiento de México.
Ante el titular de la SFP, Salvador Vega Casillas, el dirigente del CCE expuso que la corrupción impacta de manera negativa el crecimiento de la economía, lo que a su vez impide generar empleos formales y bien remunerados.
Comentó que de acuerdo con el índice del World Economic Forum 2010, la corrupción es el segundo factor más problemático para hacer negocios en México, después de la ineficiencia y burocracia del gobierno, y por encima incluso del crimen, la infraestructura y la calidad educativa.
En materia de corrupción hay calificaciones alarmantes, lo que coloca a México en un lugar poco decoroso entre las 139 naciones que participan en evaluaciones de este tipo.
Subrayó que resaltan las bajas calificaciones en confianza en políticos, que ubican al país en el lugar 94; en pagos irregulares y sobornos en el 91; favoritismo en decisiones de oficiales gubernamentales en el lugar 83.
Asimismo, en transparencia en el diseño de políticas gubernamentales México se encuentra en el lugar 79; en comportamiento ético de empresas en el 93; y en confianza en la policía en el 132.
Mario Sánchez reconoció el esfuerzo del gobierno federal en general y de la SFP en particular para rediseñar la estrategia de combate a la corrupción que, entre otras cosas, ha dado como resultado un incremento significativo en el número de denuncias y sentencias.
Sin embargo, subrayó, la percepción reflejada en el índice de corrupción 2010 elaborado por Transparencia Internacional, revela una pérdida para México de nueve posiciones en los estándares de medición internacional frente al año anterior y una caída de 43 lugares desde 1998.
Resulta evidente, dijo, que la posición de México en dicho índice se mueve en el mismo sentido que la de los índices de competitividad, y ello se debe a que un país que tolera la corrupción ahuyenta a quien genera valor y favorece a quien no lo hace.
Sostuvo que un país con altos índices de corrupción merma su nivel de competitividad, porque vuelve improductivo a quien en otro entorno sería productivo y aniquila el mérito individual a favor de la complicidad colectiva.
El presidente del CCE mencionó que entre las causas de la corrupción destaca el alto grado de impunidad que prevalece en el país, la sobreregulación, la discrecionalidad de muchas normas y el crecimiento exponencial de la cultura de la evasión y la informalidad.
Destacó que la impunidad es el principal enemigo del Estado de derecho, y las estadísticas lo demuestran ya que sólo siete de cada mil delitos que son denunciados reciben una sanción, lo que explica que el 80 por ciento de los ofendidos por un ilícito no lo denuncian.
‘Estamos convencidos de que una nación competitiva es el mejor camino para ofrecer bienestar a su gente, pues permite generar los empleos, la inversión y las oportunidades que ésta demanda’, puntualizó.
vsg/El Universal