El mensaje fue para demandar a las autoridades del sector energético del país que desistan del uso de este tipo de energía ya que es peligrosa, cara e insegura.
La crisis nuclear que se vive actualmente en Japón y la cercanía del 25 aniversario del desastre en la ciudad Chernobyl, en Ucrania muestran una vez más la irracionalidad de la energía nuclear. Mientras el mundo retrocede ante los impactos que dejan estas tragedias, México responde impulsando un mayor uso de la energía nuclear. La Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como diputados y senadores discuten actualmente el incluir este tipo de energía en el documento de Estrategia Nacional de Energía 2011-2025 (ENE 2011-2025), como una opción para hacer frente al cambio climático.
Entre los argumentos usados para incluir a las nucleares en la matriz energética del país destacan las aparentemente nulas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y su confiabilidad, sin embargo, en el mundo existen muchos ejemplos que demuestran que esta industria no ha sido segura ni eficiente.
En el caso de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde existe una situación de permanente emergencia debido a las constantes fallas de operación en sus dos reactores, que ya tienen más de 20 años en uso. Por su ubicación a orillas del Golfo de México, existe una mayor posibilidad de que esta central sea impactada por huracanes y eventos climáticos, ya que la región cada año se vuelve más vulnerable, además de ser una zona sísmica.
A la fecha, ningún funcionario mexicano de la Sener, CFE o de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) han dado muestras de voluntad para replantear la actual estrategia energética del país y sacar del horizonte a las nucleares. Por el contrario, han reiterado su apoyo asegurando que las nucleoeléctricas son la solución al cambio climático, sin escuchar las demandas de la ciudadanía. ¿Nucleares? No, gracias.