Reino Unido es el país que más leyes medioambiental tiene en vigor, con 22, y Sudáfrica el que menos, sólo una, según un estudio publicado este martes por Globe International sobre las 16 principales economías del mundo.
El secretario general de la organización, Adam Matthews, explicó en rueda de prensa que si bien el número de leyes ambientales no es sinónimo de su ambición y calidad, sí da una idea sobre la concienciación a la hora de luchar contra el calentamiento global
Globe International considera, no obstante, que la legislación actual sigue insuficiente para impedir que el cambio climático sea peligroso y recalca que sólo se logrará un acuerdo internacional para detener este fenómeno si cada país es también responsable a escala nacional.
Matthews explicó que la principal motivación para aprobar legislación en este sentido es la economía y citó el caso de Corea del Sur, cuya normativa está principalmente dirigida a aumentar la competitividad del país.
Entre los factores secundarios figuran la seguridad de suministro, el empleo, la ambición de liderazgo y, en menor medida, el miedo a ser vulnerables ante la amenaza que representa el cambio climático.
«China, India y Brasil están tomando medidas notables, mucho más ambiciosas que las de Estados Unidos»», señaló el presidente de Globe, John Gummer.
Gummer criticó el comportamiento de un país responsable del 25 % de las emisiones mundiales como Estados Unidos.
«Los que nos hemos beneficiado de la contaminación debemos asumir más responsabilidad» , aseguró Gummer en referencia a los países industrializados.
«Los países en desarrollo que asumen responsabilidades avergüenzan a los que contrajeron compromisos en Kioto y no los han cumplido», agregó.
El viceministro chino de Clima, Xie Zhenhua, presente en la presentación del estudio, explicó las numerosas medidas que ha tomado el país en los últimos cinco años y aseguró que en ese periodo ha logrado recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en mil 500 millones de toneladas.
Asimismo, indicó que a pesar de que China se encuentra aún en desarrollo y tiene por delante retos como la erradicación de la pobreza, mantiene una actitud responsable con respecto al clima al ser el máximo emisor de CO2 del mundo y acaba de aprobar un nuevo plan quinquenal.
Entre sus nuevos compromisos figura el de aumentar de aquí a 2015 hasta 11.4% el uso de combustibles no fósiles como fuentes de energía y el de reducir la intensidad energética (emisiones de CO2 por PIB) en 17% con respecto a los niveles de 2005 como objetivo intermedio para lograr rebajar este índice en entre 40 y 45% en 2020.
Agencia El Universal