El director estadounidense Francis Ford Coppola aseguró hoy durante una charla en el festival de cine de Marraquech que, a sus 71 años, lo que le hace seguir haciendo cine es que «puede continuar aprendiendo» .
«A mi edad esa es la motivación: ya soy rico, ya soy famoso, ya tengo unos hijos maravillosos que hacen sus propias películas. Lo que me mantiene haciendo cine es que quiero aprender sobre el mundo, aprender sobre la gente, aprender ante todo sobre mí mismo» , afirmó.
Así, dijo que, aunque se le había invitado para dar una clase magistral, no lo haría porque «no sabe» , e invitó a los estudiantes presentes a hacerle preguntas que les pudieran ser útiles, aunque advirtió: «Hay muy pocos maestros, y yo no soy uno, yo no soy más que un estudiante».
«Como mucho, un estudiante de último año» , concedió, antes de dejar claro que todos sus consejos tendrían como trasfondo algo que descubrió cuando empezó a enseñarles cine a sus hijos, «que las lecciones sobre cine no son otra cosa que lecciones sobre la vida, y que aprender a ser un buen cineasta es aprender a ser una buena persona» .
Coppola, que reveló que la película que le marcó hasta el punto de decidir dedicarse profesionalmente al cine fue «Octubre» , de Sergei Eisenstein, dio a los jóvenes cineastas un consejo inicial: «Traten de desconectar la idea de hacer cine de la idea de ganaros la vida».
«Si quieren dedicarse al cine, consigan otro trabajo y luego levántense a las cinco de la mañana a escribir sus guiones. Yo hago películas por placer, el dinero lo gano en la industria del vino» , añadió.
Así, reveló que el éxito obtenido por su trilogía «El Padrino» fue «lo peor que te puede pasar como cineasta» , ya que dio lugar a muchos trabajos «que no necesariamente llevaban a lo que quería hacer como cineasta» .
Sobre esta saga, reveló además algunos secretos de camerino: «Todos admirábamos mucho a Marlon Brando, era para nosotros el más grande. Así que en el rodaje, él era un auténtico Padrino» .
Algo, que, según contó, le sirvió para preparar a los demás actores para la película: «Me dije que podía utilizar esto. Así que organicé una cena y les pedí que llegaran hambrientos. Coloqué a Brando en la cabecera de la mesa, a su derecha a Al Pacino, a su izquierda James Caan, más lejos a los demás, y pedí a mi hermana que sirviera la cena» .
«Enseguida todos estaban refiriéndose a Brando como el padre, James Caan intentaba impresionarle con bromas, Al Pacino siendo intenso… después de esa cena, sin saberlo, se habían convertido en sus personajes» , relató, haciendo las delicias de los admiradores de la familia Corleone.
El director dio a sus improvisados estudiantes variados consejos, desde cómo tomar notas hasta sus trucos personales para adaptar libros al cine.
Pero uno se repitió a lo largo de toda la charla, el de hacer caso a las opiniones de todo su equipo: «No deben de ser el tipo de director que creo que era yo cuando tenía 18 años, que dice a todo que no, que él sabe hacerlo mejor. Como siempre digo, colaborar es el sexo del arte».
Por si alguien temía quedarse sin nuevas películas con su firma, el director de «Apocalypse now» despejó para concluir todas las dudas sobre una posible retirada: «Como cineasta, siempre continúas. La única manera de no continuar es que te dé un ataque al corazón».
AGENCIA El Universa