La Academia Mexicana de la Lengua, conocida como una de las instituciones culturales más sólidas de México, y forjadora de numerosas generaciones de especialistas nacionales en el estudio del español, cumple este día 136 años de su fundación.
Sus antecedentes provienen de la Real Academia Española que en 1870 determinó respaldar representaciones de la defensa del idioma español en el Continente Americano.
Se realizaron dos reuniones para la inauguración de la Academia Mexicana de la Lengua, una el 13 de abril y otra el 11 de septiembre de 1875, en casa de su primer bibliotecario, Alejandro Arango y Escandón, ubicada en la antigua calle de Medinas No. 6, hoy República de Cuba No. 86.
Los cambios logrados por Benito Juárez impulsarían la misión de la academia en la construcción de una identidad linguística para el país.
Los primeros volúmenes de sus Memorias, publicadas a partir de 1876, atestiguan su primer esfuerzo por crear un marco cultural nacional en torno al español.
La Academia, actualmente dirigida por el poeta Jaime Labastida Ochoa, posee, de acuerdo con las reformas estatutarias de 1952 y 2006, 36 sillas de número para sus miembros, teniendo además cinco miembros honorarios.
A lo largo de las décadas, más de 300 linguistas, académicos, escritores, poetas, filósofos e historiadores, han pertenecido a las filas de esta institución.
Entre sus miembros se cuenta a Amado Nervo, Artemio de Valle-Arizpe, Antonio Caso, Julio Torri, José Juan Tablada, Carlos Pellicer, Alfonso Reyes, José Gorostiza, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, Martín Luis Guzmán, Agustín Yáñez, Francisco Monterde, Juan Rulfo, Octavio Paz, Nobel de Literatura, Salvador Elizondo y José Luis Martínez, entre muchos otros.
En 1940, la Corporación, por iniciativa de su director, Alejandro Quijano, decidió hacer públicas las sesiones solemnes en las que un nuevo académico pronuncia su discurso de ingreso.
El 22 de diciembre de 1952, el gobierno de la República concedió un patrimonio en fideicomiso a esta institución, instalándose como asociación civil.
El 7 de agosto de 1956, la academia tuvo su primera sede en la casa número 66 de la calle de Donceles, que fue inaugurada el 15 de febrero de 1957 en una ceremonia a la que asistió el entonces secretario de Educación Pública, José Angel Ceniceros.
Años más tarde, en 1970, sería instituido el Museo de la Academia, inaugurado por Agustín Yáñez, con una colección que reúne autógrafos, retratos y objetos de académicos desaparecidos.
En 2001 se constituyó la Fundación pro Academia Mexicana de la Lengua, apoyo que permitió la adquisición de una nueva sede en la calle de Liverpool No. 76, en la Colonia Juárez, inaugurada por los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Ese mismo año la Academia puso a disposición del público el sitio electrónico www.academia.org.mx, el cual ofrece información y obras de consulta linguística en línea.
La institución ha coeditado junto con la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española la edición conmemorativa de la obra de Miguel de Cervantes.
De igual forma, la Academia publicó, en coedición con el Fondo de Cultura Económica, la Historia de la Academia Mexicana de la Lengua, obra del académico don Enrique Cárdenas de la Peña; además de la segunda edición del Diccionario breve de mexicanismos.
En 2003, la Academia instaló su Comisión de Lexicografía y en 2005, creó la Comisión y el Gabinete de Consultas, que permitieron una mejora notable en los servicios que ofrece la institución.
Actualmente, la Academia sigue fiel a su misión cultural y educativa, contribuyendo a la formación y capacitación profesional de estudiantes y egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, instaurando cinco programas de servicio social: Apoyo a la Comisión de Consultas, Lexicografía, Organización y Descripción del Archivo Histórico, Organización Documental de la Biblioteca y Publicaciones.