Con el féretro cubierto por el poncho rojo, negro y blanco que ella tanto quiso en vida, y con la entonación de la canción Ponme la mano aquí macorina, que llevó a muchos asistentes al Palacio de Bellas Artes a las lágrimas espontáneas, fue despedida la dama del tequila: Chavela Vargas.
En punto de las 13:00 horas de este martes 7 de agosto, los restos mortales de la chamana de la canción iberoamericana fueron recibidos con aplausos y vítores por parte de cientos de personas congregadas afuera del palacio de mármol, y muchas otras más que aguardaban en el interior, donde la música de sus fieles músicos, Los Macorinos, convirtieron al recinto en una caja de música sin tiempo en el corazón de la ciudad.
Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, afirmó que Chavela Vargas cambió la forma en que la canción mexicana se escuchaba en el mundo e hizo evidente un canto desde las entrañas, que contribuyó a abrir un espacio a la voz bravía de las mujeres.
“Me voy a divertir mucho hasta en mi velorio, fueron sus palabras de hace unos días”, recordó la titular del Conaculta, quien afirmó que Chavela Vargas perteneció al linaje de mujeres como la propia Frida Kahlo, precursoras fundamentales de la búsqueda de verdades amplias que nos contengan a todos.
“La voz de Chavela, trabajada por el tiempo, se volvió más profunda y entrañable, Chavela reinventó las canciones rancheras de México, vivió con insolente libertad sus pasiones y deseos y mostró nuevos caminos para los amores que en el siglo pasado no se atrevían a decir su nombre”.
María Cortina, amiga entrañable de la cantante, agradeció a todos los presentes por el cariño profesado a Chavela Vargas, de quien, dijo, nunca perdió su independencia.
“Chavela siempre tenía un proyecto nuevo en su mente, siguió cantando porque le dio la gana, se fue a Madrid porque le dio la gana, también a ella le dio la gana venir a México a morir en su país, con sus mexicanos.
“A sus 93 años me venía platicando en el avión de un nuevo proyecto, me dijo que La Llorona no podía ser sólo una canción y que ella ya estaba pensando en montar su obra de teatro, incluso me preguntó: ¿Qué tal una Llorona con chelo? Hoy comienza tu leyenda Chavela, hoy comienza a esparcirse en todos los países donde se te quiere”.
Teresa Vicencio, directora del INBA, dijo que la vida y obra de Chavela Vargas estuvo llena de emociones y se caracterizó por su espíritu libertario que mantuvo hasta el final de sus días.
“Tristes por el luto, pero unidos por el reconocimiento, recordamos cuando en abril pasado Chavela quiso recordar en Bellas Artes a Federico García Lorca, la despedimos en ésta que fue su casa, donde su memoria y su figura quedarán como inspiración para todos los que en un futuro quieran abrirse camino en el escenario”.
Durante la ceremonia, Eugenia León interpretó Flor de azar con gran sentimiento, al igual que su colega, Tania Libertad, quien bajo la fotografía de Chavela Vargas obsequió Las pequeñas cosas.
Asimismo, Lila Downs, quien llamó a Chavela Vargas “el ombligo de esta tierra”, cantó Cruz de olvido, para después unirse a sus compañeras en la interpretación de La Llorona, así como de Las golondrinas, tema que provocó las lágrimas en la cantante Tania Libertad.
La primera guardia de honor de la tarde la realizaron Consuelo Sáizar, Nina Serratos, Teresa Vicencio, Tania Libertad, Lila Downs, Eugenia León y María Cortina.
Cientos de personas desfilaron frente al féretro a lo largo de la tarde para rendir sus respetos a la cantante que, para muchos, inspiró amores, desamores, despedidas y encuentros, pero sobre todo su orgullo por lo mexicano y latinoamericano.
También el escritor Sergio Pitol se acercó al féretro, acompañado por Consuelo Sáizar, para rendir homenaje a Chavela, con los brazos extendidos y haciendo segunda a la voz del mariachi.
Flores, pancartas, objetos diversos y hasta la bandera arcoíris del orgullo gay, fueron desplegados en las horas que siguieron en honor a la cantante.
El féretro salió del Palacio de Bellas Artes en punto de las 15:00 horas entre los aplausos de la multitud que dejaba sentir en voz alta frases como: “¡Siempre serás del pueblo, chamana! ¡Chavela te queremos! y ¡Se ve, se siente, Chavela está presente!”