Adriana Barraza…triunfa con ‘Me doy el gusto’

Adriana Barraza ofreció una clase magistral de actuación la noche de ayer 21 de septiembre en la primera función del monólogo Me doy el gusto, en el Centro Cultural Helénico del Conaculta.

Nominada al premio Oscar por su actuación en la película Babel, Barraza demostró su calidad histriónica, sensibilidad y tablas sobre el escenario a través de un planteamiento unipersonal en el que los recuerdos alrededor de su carrera y su familia se hacen presentes.

En un encuentro íntimo con los espectadores, la actriz se mostró como una mujer de acción, vocación y pasión que celebra 40 años de trayectoria con un texto escrito y dirigido por la joven dramaturga argentina, Erika Halvorsen.

Con una puesta en escena sencilla y mediante metáforas teatrales apoyadas en algunos zapatos y ropa, Adriana Barraza hizo un recorrido por sus inicios en el teatro, sus maestros y compañeros de vida, el profundo amor hacia su hija, su nieto y su esposo, su paso por la telenovelas y su incursión en el cine, con la intención de armar una maleta que guardaría su esencia para la posteridad.

Entre los momentos más emotivos del relato figuraron su descripción sobre su nominación al Oscar que la convirtió en la tercera mujer mexicana en obtener tal distinción, el momento cumbre de la ceremonia, el encuentro con las celebridades de Hollywood y el discurso que no pudo leer en esa ocasión al no resultar ganadora.

Como bien lo señala el nombre de la puesta, Barraza se dio el gusto de interpretar sus textos favoritos como el monólogo de Casandra en la obra Las Troyanas y el monólogo de Segismundo en La vida es sueño de Calderón de la Barca.

También dio lectura al que podría ser su epitafio a partir de un texto de Sor Juana Inés de la Cruz e incluso, se mostró como una viuda rica y hermosa en una crítica abierta y mordaz ante los papeles estereotipados que representó en las telenovelas.

Con escenas reflexivas, algunas con humor y otras conmovedoras, la actriz habló de sus logros y satisfacciones, la relación con sus padres, pero también de sus épocas difíciles y su lucha por destacar en su profesión.

“Nunca he dejado de actuar porque el impulso creativo está siempre contigo”, exclamó quien se describe como una mujer que disfruta la vida y a la que siempre le ha gustado jugar, pues como diría Oliver Wendell Holmes: “Los hombres no dejan de jugar porque envejecen, sino que envejecen porque dejar de jugar”.

Me doy el gusto se presentará hasta el 31 de septiembre con funciones los viernes a las 19 y 21:15 horas y domingos a las 17:30 y 19:45 horas en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico ubicado en Av. Revolución No. 1500 col. Guadalupe Inn.