Albarracín…pueblo turolense bañado por el río Guadalviar

Albarracín

Desde lejos se observa la silueta fortificada de este pueblo turolense que se baña en las aguas del río Guadalviar.

Aupado en la cresta de un peñasco a más de 1.100 metros del nivel del mar, sus calles costean la difícil orografía, entre casas de entramados de madera y barro.

Con vestigios celtas y romanos, Albarracín debe su nombre a la presencia musulmana que se dilató durante casi un siglo, hasta el siglo XII.

Conviene no perderse el paseo por las murallas y detenerse en la Plaza Mayor y la calle de la Catedral, el centro histórico de la ciudad.