Alberta y Teresa intentan regresar a su vida normal

A ocho meses y una semana de su liberación, las queretanas otomíes Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio nada saben sobre su futuro; incluso, afirman que han reiniciado sus vidas «desde cero».

Acusadas de haber secuestrado a seis elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Teresa y Alberta, junto con Jacinta Francisco Marcial, estuvieron detenidas por espacio de 4 años, un mes y 2 días en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San José El Alto, en el municipio de Querétaro.

El 28 de abril del 2010 recobraron su libertad luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) no lograra demostrar la acusación que hizo en contra de ellas.
De acuerdo con las cuentas que Alberta y Teresa hicieron, durante el tiempo que estuvieron recluidas, sus familiares gastaron alrededor de 200 mil pesos, así que sus planes, antes de salir de prisión, eran llegar a trabajar para recuperarse.

Sin embargo las cosas no han salido como planearon pues aún no han podido iniciar el negocio que pusieron, además de que nada saben aún de la demanda por la reparación del daño que sus abogados afirmaron interpondrían en contra de la PGR.

Teresa González aseguró que ellas nada sabían aún de cómo iba el procedimiento para lograr se les reparara el daño causado. «Los únicos que saben del caso son nuestros abogados, nosotros ya intentamos seguir nuestra vida normal, echándole ganas con nuestras artesanías, intentando regresar a nuestra vida normal».

Ambas estuvieron en la ceremonia oficial de inauguración del centro de salud en Santiago Mexquititlán, Amealco, comunidad ubicada a 70 kilómetros al sur de la ciudad de Querétaro.

Concluida la inauguración, el gobernador del estado, José Eduardo Calzada Rovirosa platicó unos minutos con ellas. Negaron que le hubieran solicitado algún apoyo; «no tenemos ninguna petición al gobernador», sostuvo Alberta.

Al igual que Teresa, comentó que nada saben sobre la demanda contra la PGR; «esperamos los resultados de nuestros abogados, no sabemos nada acerca de cómo va el proceso, o si nos van a otorgar algo, los abogados son los que están viendo esa situación».

Alberta Alcántara también explicó que estaban empezando desde cero y que trabajaban «para tener lo que teníamos antes».