México, D.F.- Aficionado al futbol, amante de las redes sociales y recién casado, Alejandro Sanz ha vivido intensamente el amor en los últimos años, algo que, además, ha compartido con sus fans.
Antes de tomar vuelo con “La música no se toca”, su reciente producción, el cantautor español se dio tiempo para tener a su tercer hijo, Dylan, casarse con la madre del niño, Raquel Perera, y celebrar el amor.
“Creo que siempre es más bonito amar porque siempre es más bonito dar que recibir”, escribió el español la semana pasada en su cuenta de Twitter.
Seguidor de Twitter (donde le ha pasado de todo un poco), Sanz celebró el primer año de vida de su hijo Dylan, el menor, posteando la foto del pastel. El cantautor dijo sentirse feliz por su príncipe.
Luego utilizó la red para presentar “No me compares”, el primer sencillo de su nuevo disco, su regreso musical tras un año sabático que se tomó en España (parte del cual pasó en México como jurado de La Voz).
“Hola a tod@s, ésta es la portada del primer single de mi nuevo disco. La canción se llama ‘No me compares’”, escribió el mes pasado.
Dos semanas después, estrenó su videoclip, donde muestra parte del proceso de realización con camarógrafos y colaboradores.
«Estamos pasándola muy bien aquí en la playa y este video se trata de los recuerdos del pasado de Alejandro que son arrastrados a la orilla, empiezan con objetos pequeños y luego más grandes. Durante ese tiempo él empieza a tener recuerdos de un amor perdido», explicó el director Ethan Lader, sobre el clip que filmó en Miami.
Mientras celebra haber colocado su sencillo en los primeros lugares de la radio española, el cantante anunció su gira, que comenzará en suelo mexicano, el 12 de octubre en el Foro sol.
Agencia El Universal
