Parecía un día cualquiera del año 2006, en la campaña del candidato del PAN a la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa. Todos los elementos hacían su trabajo: miles de militantes panistas apoyándolo, colaboradores cercanos al candidato, música norteña compuesta para su campaña y en las pantallas… imágenes de diversos actos proselitistas de hace cuatro años.
Las placas eran emotivas y llenas de nostalgia… mostraban al entonces candidato saludando a los ciudadanos, recorriendo los estados junto a su esposa Margarita Zavala y su autobús El Hijo Desobediente.
Sin embargo, el flashback terminó y con él los buenos recuerdos. Era el momento de situarnos en la realidad actual y reclamar que ya no es 2006…. Han pasado cuatro años de que ganó las elecciones presidenciales y arribó al poder.
Hoy, el titular del Ejecutivo conmemoró el “Encuentro ciudadano con motivo del cuarto año de gobierno” y los 10 años de que el PAN sacó al PRI de la Presidencia de la República, sin embargo, la mayoría de los asistentes eran funcionarios y militantes panistas y muy pocos ciudadanos civiles.
Aquí justificó con un decálogo “10 Años… Razones y hechos” su paso por la máxima silla del país.
Describió avances en salud, educación, vivienda, infraestructura, medioambiente, economía, pobreza, y al hablar de su mayor estandarte —el combate a la delincuencia—, Calderón asegura: “La violencia es culpa de los criminales, es culpa de los violentos; la violencia no es culpa del gobierno, que tuvo el valor de combatir a esos criminales y a esos violentos”, frase que detonó el Auditorio Nacional y todos replican al primer mandatario… “¡Duro… Duro… Duro!”.
Calderón determinó la ruta que deben seguir tanto los militantes panistas como los funcionarios de su gobierno: “(El) México viejo nunca debe volver”.
Muchos panistas calificaron esta motivación del Presidente como un arranque de campaña para el 2012 porque el PAN, dijo, merece ir por más mexicanos y nuestro país “no se merece quedar varado a la mitad del camino”.
Agencia El Universal