Diez años después de que Apple abriera su primer espacio comercial para llegar al público sin intermediarios, las tiendas de la multinacional de la manzana son ya una legión de más de 300 establecimientos repartidos en once países que se han convertido en el mejor escaparate de la marca.
Presencia, modernidad, prolongación de la imagen corporativa y prueba de producto. La personalidad de las tiendas de Apple resulta inconfundible en cualquier lugar del planeta con una estética minimalista y muy cuidada al servicio del usuario, que no puede evitar quedarse deslumbrado ante la perspectiva de poder probar en primer persona cualquiera de los productos de la marca.
La propuesta de las tiendas de la multinacional va más allá de lo comercial: ofrecen al usuario una experiencia única, que se convierte en el primer y cuidado envoltorio para sus productos.
Los convencidos seguidores de la marca encuentran en ellas el argumento que les faltaba para adquirir el último dispositivo de moda o un complemento para éste, mientras que los más recelosos salen con la sensación de que los incondicionales de la firma no son unos locos.
Entrar en la tienda para calibrar las posibilidades para el dibujo del iPad 2 es solo una excusa: se puede visitar simplemente para pasar un rato entretenido o, como algunos grupos de escolares, para disfrutar de una experiencia con fines pedagógicos -y con trasfondo «marketiniano» – organizada por Apple.
Situadas, salvo excepciones, en los enclaves comerciales por excelencia de grandes capitales como Nueva York o Londres, las tiendas de la Quinta Avenida y de Regent Street se han convertido prácticamente en visita obligada para los amantes de las nuevas tecnologías que están de paso por dichas ciudades.
El emblemático edificio de «Tío Pepe» en Madrid, en plena Puerta del Sol, se convertirá dentro de poco en la tercera tienda de Apple en España y en otro punto obligado de peregrinaje para los «tecnoadictos» , que pronto podrán recorrer las siete plantas y 6.066 metros cuadrados del inmueble, que superará en superficie a la «Store» de la Quinta Avenida.
Las aperturas de las Apple Store pueden congregar a miles de personas, seguidores incondicionales de la firma, que tampoco dudan en hacer colas interminables para hacerse con el último dispositivo de la compañía.
En una época en que las venta de productos online parece erigirse como el futuro del comercio, Apple, la compañía que mejor ejemplifica el inconmensurable poder del marketing, continúa ampliando su red de establecimientos, lejos de la modesta tienda que inició su imperio de «Stores» en Tysons Corner Center, a las afueras de Washington, un 19 de mayo de hace diez años.
Agencia El Universal