Arámbula y Luis Miguel…en plena batalla

Todo parecía color de rosa. Viajes a Las Vegas, cruceros en altamar, escapadas en el yate, noches románticas en Venecia, paseos de la mano a la vista de los paparazzi mostrando el perfil adecuado, como con todas las novias anteriores. Pero a diferencia de Daisy Fuentes, Mariah Carey o Myrka Dellanos, esta vez la pareja de Luis Miguel, Aracely Arámbula, quedó embarazada -según nota entrevista de People en Español-

Para el asombro de todos los fans del cantante más famoso de México y a su vez el más elusivo, recluso y privado, este escogió a una revista española —después de una transacción económica a su favor— para presentar a su mujer embarazada y luego a Miguel, su primer hijo (reconocido, porque a Michelle Salas, nacida de una relación fugaz con Stephanie Salas, no le dio su apellido).

Todo iba viento en popa cuando Aracely volvió a salir embarazada y nació Daniel. Luego la relación comenzó a enfriarse y como siempre ha pasado con las otras novias de Luis Miguel, él empezó a desaparecer sutilmente de su vida.

Aracely tomó sus maletas, dejó Los Ángeles y se fue a México, donde regresó a trabajar en lo que mejor sabe hacer: actuar en telenovelas. Desde ese momento, me consta que muchas de las personas más cercanas a ella le aconsejaban que demandara a Luis Miguel por manutención, como exige la ley.

Aracely, que siempre ha sido una mujer independiente, evitó demandarlo y afrontó su realidad de madre soltera trabajadora con la misma entereza de su nuevo personaje, Gabriela, en la telenovela La patrona de Telemundo, su actual casa de trabajo. Por cierto, la novela tiene muy buenos niveles de audiencia. ¿La están viendo?

Lo cierto es que se cansó. Ahora en paz consigo misma, enamorada del actor Sebastián Rulli y feliz con sus dos retoños, decidió hacer lo que debe hacer toda madre: reclamar lo que le pertenece a sus hijos.

He estado en comunicación constante con Aracely, hemos hablado de nuestros hijos y sí, está dolida. Dolida porque el padre de Miguel y Daniel no los ve desde hace un año. Y si Luis Miguel los vio en diciembre del 2011, fue porque ella se le apareció en el hotel con los niños, cuando él estuvo en el D.F. mexicano para sus conciertos en el Auditorio Nacional. El domingo, Luis Miguel regresó a Acapulco después de presentarse en Ciudad de México y no hizo ni el más mínimo intento por ver a sus hijos. No llamó a Daniel el 18 de diciembre para felicitarlo por su cumpleaños. Tampoco llamó a Miguel el 1 de enero.

La demanda fue interpuesta en Los Ángeles en junio. Al cierre de la edición de People en Español, que está a la venta en estos momentos, los abogados de Luis Miguel no habían contestado a la demanda. Tengo entendido que porque se demoraron en recibirla. Ya el proceso está abierto. ¿Con qué contrademandará Luis Miguel ahora? ¿Que no le dejan ver a los niños? Por favor…

Quiero aclarar que si Aracely accedió a dar la entrevista y sesión fotográfica para la revista fue porque estaba en medio de la promoción de La patrona. Nuestro equipo editorial pudo confirmar con anterioridad que existía la demanda interpuesta y cuando se lo dijimos a Aracely, ella hasta se puso a llorar. Realmente, el tema es difícil para ella. También quiero aclarar, para los que no conocen cómo trabajamos en People en Español: nosotros NO compramos exclusivas, por lo que para esta entrevista no hubo de por medio ninguna transacción económica.

Con la demanda, lo único que quiere Aracely es que Luis Miguel esté presente como padre en la vida de los chicos. Y aclara que Luis Miguel puede verlos cuando quiera y dónde quiera. No es una demanda multimillonaria. Al fin de cuentas, será un juez quien decidirá lo que al cantante le toque pasarles a sus dos retoños. Porque en este país, aunque seas el Sol, tienes que cumplir tus deberes paternales.

Es cierto que ningún tribunal de Estados Unidos puede exigirle a Luis Miguel que sea un buen padre, que ame a sus hijos, que los cuide, que esté presente para ellos, pero sí que pague. Al menos esta vez no va a poder escabullirse como lo hizo con Michelle.