Así lo platicamos con el Huehuetl – Amniocentesis

Durante el embarazo, este estudio nos permite identificar la importancia del líquido amniótico para el bienestar fetal, pues nos ayuda a diagnosticar o confirmar patologías fetales que pueden causar potencialmente una alteración o complicación del embarazo. Se trata de una prueba rutinaria y se realiza únicamente si el médico sospecha alguna anomalía que no pueda detectarse mediante otras pruebas, lo cual constituiría una interferencia seria en el embarazo. Las células desprendidas y que flotan en dicho líquido sirven para obtener un recuento exacto de cromosomas y para detectar cualquier estructura cromosomática anormal. También es posible determinar la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono presentes en el líquido y averiguar si el feto está recibiendo suficiente oxígeno o corre algún riesgo.

A muchas mujeres de más de 35 años les preocupa la posibilidad de que su hijo tenga alguna anormalidad. A continuación se explican los procederes técnicos en el estudio del líquido amniótico y la interpretación de los resultados de laboratorio.

El estudio del líquido amniótico por el laboratorio clínico reviste gran importancia en la toma de decisiones por el personal médico dado que se trata de garantizar el bienestar materno-fetal y proporcionar la tranquilidad que toda familia espera de un embarazo. La cavidad amniótica está totalmente formada a las 9 semanas de gestación. El líquido amniótico rodea al feto y tiene las siguientes funciones: permite que el feto se mueva libremente, protege al feto de agresiones externas, mantiene una temperatura fetal uniforme, protege de agresiones por contracciones, es un ambiente óptimo para el crecimiento y desarrollo, es un elemento favorecedor de la dilatación cervical, cuando se inicia el trabajo de parto. El estrecho contacto entre líquido amniótico-feto es un medio útil para valorar la salud y la madurez fetal. Comienza la producción de las 9 semanas en adelante, la participación materna es fundamental hasta la semana 20. A partir de este momento, comienza el feto a participar en la formación del líquido amniótico, a través de los riñones y pulmones.

Las indicaciones de la amniocentesis son: si se sospecha de anomalía cromosómica, alteración metabólica y defectos del tubo neural; se practica a las 16 semanas. Si hay riesgo de isoinmunización (sangre no compatible entre la madre y el feto); se realiza a las 20-28 semanas. Cuando hay sospecha de corioamnionitis (infección) se indica de las 26-34 semanas. Si hay sospecha de inmadurez fetal o pulmonar, a las 34-42 semanas, si se tienen antecedentes familiares con algún tipo de alteración cromosómica.
La amniocentesis transabdominal es el método principalmente utilizado para la obtención de líquido amniótico. Consiste en la aspiración de 10-20 mililitros de líquido amniótico a través del abdomen guiado por ecografía. Del líquido extraído debe observarse su aspecto antes de centrifugarlo; su apariencia macroscópica y su color pueden ser indicativos de bienestar fetal.

Cuando se presenta incoloro o pajizo indica bienestar fetal, la coloración amarilla indicaría problemas hemáticos como la eritroblastosis (incompatibilidad Rh), si es verdoso puede sugerir falta de oxígeno al feto (hipoxia fetal) y si es de oscuro a rojo marrón es indicativo de muerte fetal. Posteriormente se centrifuga y se conserva en oscuridad y entre 2-8º C hasta 24 horas para determinar la cantidad de bilirrubina, esto en enfermedad hemolítica.

En el cultivo de amniocitos se obtiene el cariotipo para estudio de anormalidades estructurales (translocaciones, inserciones.) y de número. Con los estudios citomoleculares se buscan alteraciones genéticas concretas (heredadas o nuevas). Cuando hay defectos del tubo neural (sistema nervioso fetal) la proteína ?-fetoproteína (?-FP) se encuentra elevada en el suero materno y el líquido amniótico, también hay un aumento de acetilcolinesterasa. La inmunoglobulina M aumenta en infecciones como rubéola o toxoplasma. Algunos aminoácidos permiten detectar tempranamente, algunas anomalías del desarrollo fetal. El incremento de una enzima llamada LDH se asocia a muerte fetal. La isoenzima CK-BB es la principal, aumenta en casos de teratoma fetal y anencefalia. La fosfatasa alcalina, aumenta con la edad gestacional y de forma patológica en la preclampsia o hipertensión o del embarazo.

Las situaciones habituales por las que se solicita un test de madurez fetal son: Para realizar cesárea cuando la edad gestacional es incierta, para anticipar nacimiento en caso de embarazos de alto riesgo (enfermedad hemolítica, Diabetes mellitus, preeclampsia, parto prematuro). Un aumento entre Fosfatidilcolina y fosfatidilglicerol (70 a 75% de los lípidos totales) representa un embarazo a término, acompañado de sólo un 15% entre Fosfatidilinositol, Fosfatidiletanolamina, fosfatidilserina y esfingomielina. Otro indicativo de madurez fetal es un incremento brusco de una enzima llamada amilasa, medición de creatinina (de 1.5 a 2 mg/dl) y ácido úrico. Test del sulfato de Azul de Nilo 1%: La agregación gota a gota de sulfato de Azul de Nilo 1% permite teñir el material lipídico de las células y los lípidos libres de un color naranja. ?20 células naranjas indican un feto maduro.

Realizada por un experto y con la ayuda del ultrasonido para determinar la posición de la placenta y del bebé, el riesgo de aborto es menor que con la prueba de la Biopsia de vellosidad corial realizada por vía vaginal (2%), pero es el mismo que el de la Biopsia de vellosidad corial realizada vía abdominal (0.8%).

La decisión de someterse a ella debe evaluarse bien, considerando seriamente la probabilidad de tener que actuar de determinada manera conocidos los resultados. Lo peor de la amniocentesis es la tensión de esperar los resultados, que tardan unas tres semanas. Aparte de esto existe una prueba genética, denominada FISH, con la cual en 48 horas, podemos saber si el feto tiene alteraciones en los pares de cromosomas, 21, 18, 13 o alteraciones en los cromosomas sexuales X y Y, a la vez que nos informa del sexo fetal. Es posible que se efectúe un análisis para detectar una sola anormalidad, de forma que aunque los resultados sean negativos, no reflejarán cualquier otro problema. Se debe comunicar al médico si se desea los resultados de todas las pruebas posibles que puedan aplicarse a cada caso.