Audrey Hepburn, el encanto y la elegancia son palabras que no pueden ir separadas. La actriz belga fue todo un icono en los años cincuenta y sesenta. Este lunes 4 de mayo habría cumplido 86 años y durante su carrera dejó películas memorables como Desayuno con diamantes, Charada, Vacaciones en Roma (con la que consiguió el Oscar) o My Fair Lady.
Hepburn nació en Ixelles (Bélgica) y aportó al cine un encanto nuevo, rompiendo con los moldes establecidos. Sus ojos inmensos y sus largas piernas permitieron a la intérprete erigirse en el icono de la elegancia y la esbeltez.
Era hija de la baronesa Ella van Heenestra y de Joseph Víctor Henry Ruston, un financiero irlandés. Vivió sus primeros años en Holanda, pero tras el divorcio de sus padres en 1938, se trasladó a Londres, donde estudió danza y arte dramático en la Marie Ramabert School.
Antes de triunfar en Hollywood con la Paramount Audrey Hepburn rodó seis películas en Inglaterra. En 1952, William Wyler le ofreció protagonizar la comedia Vacaciones en Roma, cinta que la convirtió en una verdadera estrella.
En 1954 se casó con Mel Ferrer, con quien tuvo un hijo, Sean. La pareja se divorció en 1968 y, un año después, la actriz se casó con el doctor Andrea Dotti. El matrimonio duró hasta 1976 y dio como fruto al segundo hijo Luca Andrea. Sus últimos años estuvo acompañada por Robert Wolders.
Audrey Hepburn estuvo nominada al Oscar como mejor actriz en cinco ocasiones. Ganó con Vacaciones en Roma y fue candiata por Sabrina en 1954, Historia de una Monja en 1959, Desayuno con Diamantes en 1961 y Sola en la oscuridad en 1967. Precisamente esta película, es la que marcó su retirada de la gran pantalla, a la que regresaría en 1976 para rodar junto a Sean Connery Robin y Marian.
En 1988 fue nombrada embajadora de UNICEF y se dedicó por completo a su labor humanitaria. En 1993, meses después de su larga y penosa enfermedad y su muerte en Suiza, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le concedió un Oscar humanitario.