
Las economías de América Latina están preparadas para afrontar una nueva crisis financiera mundial; sin embargo, si ésta fuera muy grave, se pondría a prueba la capacidad de resistencia de la región.
Así lo señaló el economista en jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, quien destacó la fortaleza que han adquirido las economías latinoamericanas en los últimas dos décadas y que les ha permitido absorber los embates externos sin derrumbarse.
“Durante los últimos veinte años ha habido una revolución silenciosa muy positiva en muchos países de la región latinoamericana que ha hecho que sus marcos de política macroeconómica, monetaria, fiscal y financiera hayan mejorado de una manera sustancial”, dijo el economista.
De la Torre advirtió, no obstante, que si ocurriera una “turbulencia global inmensa y masiva”, el crecimiento de la región disminuiría.
El experto del Banco Mundial consideró que el agravamiento de la crisis sucedería si Estados Unidos y las economías desarrolladas de Europa cayeran en una nueva recesión.
Agregó que en tal caso, los países más afectados serían México y los centroamericanos y caribeños, dada su relación comercial con Estados Unidos.
Por su parte, las naciones vinculadas a China –como las sudamericanas – sufrirían en menor medida el impacto siempre y cuando el gigante asiático continúe el crecimiento vigoroso que ha registrado hasta ahora, apuntó de la Torre.
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