Úbeda… ‘amores que matan nunca mueren’

Úbeda, Patrimonio Cultural de la Humanidad, Renacentista, de profundas raíces Históricas, ubicada en la Comarca de la Loma, en la Comunidad Autonómica de Andalucía – España – «Ciudad de los Cerros», mira de frente, altiva, al valle del Guadalquivir y a la majestuosa sierra Magina.

Fundada por Tubal, descendiente de Noé, su nombre deriva del mítico torreón del Rey Ibiut, es la Metrópoli más veletudinaria de Europa Occidental, conocida como la Florencia de la Alta Andalucía, de Palacios y románticas calles y por si algo le faltara, en Úbeda nació un 12 de febrero de 1949, el Juglar del amor y el desamor…Joaquín Sabina.

Sabina al que le sobran los motivos para decir…»este adiós no maquilla un hasta luego / éste nunca no esconde un ojalá / estas cenizas no juegan más con fuego / este ciego no mira para atrás / este notario firma lo que escribo / esta letra no la protestaré / ahorrate el acuse de recibo / estas vísperas son las de después / a este ruido tan huérfano de padre / no voy a permitirle que taladre / un corazón podrido de latir / este pez ya no muere por tu boca / este loco se va con otra loca / estos ojos no lloran más por ti….»

El urbanismo de Úbeda se constituye de una policromía de estilos, Ciudad Acrópolis, Hispano Musulmana, de recintos amurallados con sus respectivos Alcázares que conectan con las puertas Medievales, Mudéjar y Renacentista, incorporando también modelos Italianos y Franceses, todos plasmados en las casas Hidalgas Ubetenses.

Úbeda en donde en cada barrio y callejuela flota el romanticismo de Sabina al conjuro de sus mujeres de excepcional belleza,»lo que yo quiero muchacha de ojos tristes / es que mueras por mi / y morirme contigo si te matan / y matarme contigo si te mueres / porque el amor cuando no muere mata / porque amores que matan nunca mueren…»

El barrio de la Guita, de San Pedro, San Pablo, San Lorenzo, Santo Tomás, el de las Canteras, la Puesta del Sol, de la Alameda, el Alamillo, la Explanada, la Cuesta del Gallo, de la Atalaya, las barriadas de las Vaguedas, de García Lorca, el Medieval del Alcázar, la calle de los Mesones y la Nueva, el Paseo de León, tiempo te faltará para disfrutar, encontrando en todas, tiendas de souvenirs, restaurantes, espectáculos de todas las épocas y para todos los gustos.

Cuenta con 48 monumentos y más de cien edificios paradigmáticos, Renacentistas y de sabor Musulmán, la Sacra Capilla del Salvador, el Palacio de las Cadenas, el de Dean Ortega, del Marqués de Mancera, la Fuente Veneciana de Francisco de los Cobos, la cárcel del Obispo, la portada Plateresca de la casa del Regidor, el hospital de los honrados viejos del Salvador, el Palacio del Marqués de la Rambla, el de los Torrentes y como punto culminante la Muralla de Úbeda, declarada Monumento Nacional.

La cocina es Mediterránea con influencia Manchega y Levantina, el aceite de olivo y las aceitunas -verdes o negras- son fundamentales en ella, las migas, el perdiz en escabeche, la morcilla, los papajotes, potaje de habas con berenjenas, de garbanzo con acelgas, los garbanzos «mareaos», la pipirrana -patatas cocidas, tomate crudo, cebolla, pimientón y aceite de olivo- aderezada con una «raspa de bacalao», lomo en adobo.

Para los postres, los ochios, buñuelos fritos en aceite extravirgen, los borrachuelos, las tortas de candelaria, las cuervas -sangría con melocotón- y mención especial merecen las «Tapas» que por tradición son gratis en cualquier lugar, teniendo su propia feria – la de las Tapas – en el mes de septiembre.

Reconocidas también lo son sus fiestas, las Hogueras de san Antón, las de la Candelaria, el Carnaval, la Bitifuera -al término de la cosecha de la aceituna- en abril el festival «ámonos pal Flamenco», la Semana Santa -donde participan 18 cofradías-, la romería de la Virgen de Guadalupe, el festival de las cruces de mayo, las fiestas del Renacimiento -julio- la feria de San Miguel y si de un bello recuerdo se trata, los Ubedies -esteras tejidas y bordadas a mano- , alfarería, cerámica, paños o los curtidos de gran tradición.

Y para despedirse una noche de farra en alguna de las tabernas, conspirando al lado de la inspiración de Sabina…»y nos dieron las diez / y las once, las doce, y la una y las dos y las tres / y desnudos al anochecer nos encontró la luna…» y si alguien fue víctima del desamor recordar que….»siempre tuvo la frente muy alta / la lengua muy larga / y la falda muy corta / me abandonó como se abandonan los zapatos viejos / destrozó el cristal de mi capa de besos / sacó del espejo su vivo retrato / tanto la quería / que tardé en aprender a olvidarla / 19 días, 19 días / y quinientas noches….

Pero esa….esa es otra Historia…..