Dzhokhar Tsarnaev, acusado de perpetrar hace dos años el ataque al maratón de Boston, fue presentado hoy ante una corte de esta ciudad para enfrentar su juicio, que podría concluir con una sentencia de muerte.
Las deliberaciones iniciales en el juicio apuntaron en dos direcciones contrarias y delinearon de entrada la disyuntiva que deberá enfrentar el jurado para tomar la decisión sobre el destino del joven de 21 años de edad, acusado de causar la muerte de tres personas y heridas a 260.
El fiscal William Weinreb afirmó que la intención de Tsarnaev siempre fue causar el mayor daño posible a los espectadores y atletas asistentes a la competencia, debido a su elección de usar un explosivo empleado por terroristas para crear “un espectáculo sangriento”.
“Creía que era un soldado en una guerra santa contra los estadunidenses. También creyó que al apuntarse esa victoria, estaba acercándose al paraíso. Ese fue su motivo para cometer estos crímenes”, apuntó Weinreb.
Dzhokhar Tsarnaev es el único acusado de perpetrar el ataque ejecutado el 15 de abril de 2013, luego de que su hermano Tamerlan, el otro individuo que tomó parte en el atentado, fue muerto en un enfrentamiento con la policía, días después de la explosión de Boston.
La captura de Tsarnaev, quien logró evadir la justicia durante un par de días luego de ser identificado, paralizó prácticamente a la ciudad de Boston, y generó una intensa cobertura mediática.
Al contrario de la fiscalía, la abogada defensora de Tsarnaev, Judy Clarke, intentó en su intervención inicial caracterizar a su cliente como un joven que había caído bajo la influencia de su radicalizado hermano, siete años mayor que él.
Clarke no pretendió disputar que Tsarnaev fuera el autor del atentado, pero trató de establecer que su intención al cometer el crimen difería de la descripción de la fiscalía. Esa distinción podría establecer la diferencia entre una sentencia de muerte y una condena de por vida en prisión.
La abogada apuntó que la evidencia apunta a que Tamerlan “planeó y orquestó, y enlistó a su hermano”, y que su cliente siguió “una senda” creada por su familiar.
Medios de comunicación informaron que más de 20 víctimas del ataque se presentaron en la sala de audiencias de Boston, ninguno de ellos aparentemente asistido para desplazarse. Varios de ellos se esforzaban en contener las lágrimas.
Por su parte, el joven Tsarnaev, con el pelo largo y desordenado, con una barba de candado, escuchaba los argumentos iniciales sumidos en su asiento. El juicio podría concluir en unos tres o cuatro meses.
INF./NOTIMEX