Los Cachorros de Chicago fueron capaces de sobreponerse a mil adversidades.
A 108 años sin títulos.
A una desventaja de tres juegos a uno.
A errores en el cuadro en el séptimo partido que hubiesen evitado los extrainnings.
A malas decisiones de su manager cuando parecían tener la inercia a su favor.
Y al final ganaron 8 carreras a 7 a Indios de Cleveland.
Con todo ello son honrosos campeones mundiales del beisbol, como se denomina a los ganadores de las Ligas Mayores en Estados Unidos.