Para celebrar el Día de Muertos, la banda mexicana de rock Caifanes invitó a su público a disfrutar de la vida y no tenerle miedo al amor durante su concierto en el Auditorio Nacional.
El coloso de Reforma se vistió de gala para recibir de nuevo a esta agrupación que logró reunir a cerca de 10 mil almas, quienes al compás de las rolas disfrutaron de una velada única para convertirse en la segunda voz de los músicos.
Las flores de cempasúchil acompañados por un gran altar con veladoras adornaron el escenario que enmarcó la escena de Caifanes, agrupación mexicana que con este reencuentro siguen escribiendo historia.
«Aviéntame» y «Para que no digas que no pienso en ti» fueron las piezas para que el vocalista, Saúl Hernández diera la bienvenida en una fría noche, donde muchos de los presentes tuvieron que lidiar con el tránsito provocado por el cierre en Paseo de la Reforma, como parte de la iniciativa de paseo nocturno en bicicleta.
«Bienvenidos, gracias por compartir este nuevo ciclo de Caifanes», dijo Saúl para así invitar a su público a disfrutar y enfrentar la vida con coraje, «pero al amor no hay que tenerle miedo».
«Viento», «Vamos a dar una vuelta cielo», «Amanece», «Cuéntame tu vida», «Será por eso», «Mátenme porque me muero» y «Afuera» también hicieron vibrar al recinto de Reforma, donde el público perdonó hasta los olvido del vocalista en varios temas.
Pero la banda refrendó su interés por el acontecer de la vida del país, lo que la audiencia compartió con lo músicos, quienes fueron en 1988 de los primeros grupos de rock en pisar el suelo del coloso de Reforma.
Por casi tres horas y con una treintena de canciones, Caifanes llevó a sus seguidores por su historia musical, donde los hizo bailar, gritar y rockear a su compás.
INF./GRUPO FÓRMULA