La famosa Máscara de Calakmul, pieza funeraria elaborada en mosaico de jade, concha y obsidiana gris, regresa a su lugar de origen: Campeche, luego de recorrer diversas ciudades de México y del extranjero como parte de un sinnúmero de exposiciones.
Considerada una obra maestra del arte maya, se exhibirá en el Museo de Arquitectura Maya Baluarte de la Soledad, de la ciudad amurallada, para ocupar el lugar que le fue asignado desde 2005, cuando se creó la museografía que tiene actualmente el recinto. Junto con las piezas de la indumentaria, la máscara complementa el ajuar funerario de un gobernante de la Dinastía Kaan, a quien pertenecía la Tumba 1 de la Estructura VII de la Zona Arqueológica de Calakmul.
Hallada a principios de los años 80 por el arqueólogo William J. Folan, la máscara conjunta todos los elementos del pensamiento y la cosmovisión de la antigua cultura maya. Fechada entre los años 660 y 750 d.C., destaca por su belleza y connotación sagrada.
La obra se compone de 57 teselas de jade, dos cuentas de obsidiana y una concha. Representa el rostro de un gobernante, cuya nariz y labios están hechos en una sola pieza, los ojos simulan dos pupilas de obsidiana gris sobre dos círculos de concha nácar y las cejas son de pirita. Las orejeras tienen la forma de una flor de cuatro pétalos que representa el modelo cosmogónico mesoamericano de cuatro esquinas y un centro.
El jade, componente esencial de las máscaras funerarias de los soberanos mayas, era una piedra asociada al agua y se le relacionaba con el cielo y el mar primordial de la creación, como símbolo de aliento vital, fertilidad y renacimiento. Las máscaras acompañaban a los grandes señores en su viaje al inframundo. Los materiales importados desde regiones distantes muestran el poder y riqueza de los gobernantes de Calakmul, quienes ostentaban el título de K’uhul Ajaw con el que reclamaban un origen divino ante la sociedad bajo su control.
La arquitecta Claudia Escalante, directora de Museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, comentó que el Museo de Arquitectura Maya Baluarte de la Soledad alberga piezas extraordinarias, provenientes de las cuatro regiones arquitectónicas de la cultura maya: estelas, tapas de bóveda, banquetas, columnas y jambas de gran importancia artística y patrimonial, “pero el que la Máscara de Calakmul sea reconocida por propios y extraños como la ‘Embajadora de Campeche ante el mundo’, la convierte en la pieza icónica de nuestro museo”.
La pieza ha formado parte de diversas exhibiciones. Comenzó su recorrido en 2004, cuando se presentó en la muestra El arte cortesano de los antiguos mayas, en la National Gallery of Art, en Washington, D.C., y culminó en octubre de 2015 con la exposición La Máscara de Calakmul. Universo de jade, en el Museo Nacional de Antropología, con pausas de enero de 2005 a marzo de 2007 y de abril de 2008 a junio de 2010.
Asimismo, después de llevar a cabo trabajos de mantenimiento, fueron reabiertas cuatro salas del Museo Histórico de San José el Alto, en la ciudad de Campeche, donde se exhiben piezas de la Colección de Barcos y Armas.
“Actualmente están en exhibición alrededor de 60 piezas, esperamos montar a corto plazo 25 más en otras dos salas que reabrirán en un mediano plazo. Tenemos desde vasijas del periodo Preclásico Medio (1200-400 a.C.) hasta barcos del siglo XX en la Sala de Arqueología Subacuática”.
La pieza icónica más reconocida en Campeche en este tema es la Caña de Timón. También destacan el mandoble, la culebrina, el cuchillo árabe, ballestas, mosquetes, pistolas, la maqueta del recinto amurallado y las reproducciones a escala de barcos.