El crecimiento y envejecimiento de la población, así como los cambios a estilos de vida más sedentarios y dietas poco saludables, están teniendo un gran impacto en el aumento del cáncer en América Latina y el Caribe, subrayó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) al observarse hoy el Día Mundial contra el Cáncer.
Ese padecimiento es la segunda causa de mortalidad en la región, después de las enfermedades cardiovasculares y provocó 1,3 millones de muertes en 2012.
Además, casi 3 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en las Américas, según datos de la OPS.
La doctora Elisa Prieto, especialista de esta organización en Prevención y Control del Cáncer, declaró a Radio ONU que los tipos más frecuentes en hombres son el de pulmón, próstata y colorrectal, mientras que en las mujeres, se presentan más casos de cáncer de pulmón, senos, colorrectal y de cuello de útero.
“El desarrollo económico y social tan rápido que han tenido los países de nuestra región está haciendo que se produzca un cambio en los estilos de vida, y eso está haciendo que haya una mayor exposición a factores de riesgo como el tabaco, el consumo de alcohol, dietas poco saludables, el sedentarismo, hay un aumento del sobrepeso y la obesidad”, destacó la experta.
Alrededor del 40% de los fallecimientos por cáncer en la región ocurren de forma prematura. Según datos correspondientes a 2009, unas 531.000 personas de entre 30 y 69 años fallecieron.
Los países de las Américas se comprometieron el año pasado a llevar adelante un plan de acción para reducir en un 19% para 2019 y en un 25% para 2025 las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles, incluido el cáncer.
Con ocasión de este Día Mundial contra el Cáncer, la OPS lanzó una campaña para desterrar el mito de que no se puede hacer nada contra esa enfermedad y hace hincapié en que un tercio de los casos son prevenibles a través de pruebas de detección temprana.
Hablar abiertamente de esta enfermedad y aclarar los mitos que la rodean contribuiría a reducir el estigma y el temor de las personas a ese mal, lo que elevaría las consultas al médico y los diagnósticos tempranos, recalcó la OPS.