México, D.F.- Aura, La muerte de Artemio Cruz, La región más transparente y Terra Nostra, son, entre otras, obras significativas de uno de los autores mexicanos más conocidos de finales del siglo XX, Carlos Fuentes, ganador de numerosos reconocimientos y quien este 11 de noviembre alcanza su aniversario 83.
El autor siempre ha sostenido que «la primera responsabilidad de un escritor es con la imaginación y la palabra», elementos que lo han llevado a crear una cuantiosa obra «en la gran soledad que se requiere para escribir un libro».
Fuentes se considera el primer lector del libro de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, que relee todos los años. Con eso reanima su imaginación, como lo prueba posteriormente con sus escritos.
Novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, sociólogo y diplomático mexicano, Carlos Fuentes nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928. Debido a que su padre se desempeñó como diplomático, durante su infancia vivió en ciudades como Montevideo, Río de Janeiro, Washington, D.C, Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, ciudad a la que su padre llegó en 1934 como consejero de la embajada de México.
Carlos Fuentes pasaba los veranos en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. A los 16 años estudió en el Centro Universitario México. Posteriormente colaboró en la revista Hoy. Se graduó en Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México y en Economía en el Instituto Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
En 1975 fue nombrado embajador de México en Francia y durante su gestión, abrió las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y a la resistencia española. Fue delegado en la Conferencia sobre Ciencia y Desarrollo en Dubrovnik, Yugoslavia. En 1977 renunció al puesto de embajador en protesta por el nombramiento del ex presidente Díaz Ordaz como primer embajador de México en España, después de la muerte de Franco.
El cine es una de las pasiones de Carlos Fuentes. Ha escrito guiones para numerosas películas, como Las dos Elenas, cortometraje basado en su cuento homónimo y dirigido en 1964 por José Luis Ibáñez (director de otra cinta, Las dos cautivas, también tomada de una historia de Fuentes). Junto con Gabriel García Márquez trabajo en el texto El gallo de oro (1964, Roberto Gavaldón), Un alma pura (1965); Tiempo de morir (1966, con García Márquez); Pedro Páramo (1967, en colaboración con Manuel Barbachano Ponce adaptando la novela de Juan Rulfo, y con Carlos Velo como director).
También fue filmada su novela La cabeza de la hidra en 1981 por el director mexicano Paul Leduc, con el título de Complot Petróleo: La cabeza de la hidra y guión de Fuentes. El argentino Luis Puenzo realizó en 1989 Gringo viejo. Para televisión, Fuentes grabó la serie El espejo enterrado, que se comenzó a difundir en 1992 y sobre cuya base publica el libro homónimo.
Algunos de los libros del reconocido escritor mexicano son Cantar de ciegos (1964); Cambio de piel (1967); Cumpleaños (1969); Terra Nostra (1975); La cabeza de la hidra (1978); Gringo Viejo (1985); Cristóbal Nonato (1987); La Campaña (1990); La Frontera de Cristal. Una novela en nueve cuentos (1995); Instinto de Inez (2001); La Silla del Águila (2003); Todas las familias felices (2006); La voluntad y la fortuna (2008); Adán en Edén (2009).
El Fondo de Cultura Económica reunió su obra completa en los tomos: Obras reunidas I. Fundaciones mexicanas. La muerte de Artemio Cruz. Los años con Laura Díaz; Obras reunidas II. Capital mexicana. La región más transparente. Agua quemada y Obras reunidas III. Imaginaciones mexicanas. Con este mismo sello se encuentran también El espejo enterrado (1992); Geografía de la novela (1993) y Tres discursos para dos aldeas (1993).
La Dirección General de Publicaciones del Conaculta publicó en 1999, en coedición con Planeta y dentro de la serie Narrativa Mexicana Actual, un libro sobre los temas que preocupan a México, las reservas petroleras: La cabeza de la hidra. En el año 2002, con la misma editorial y también con Joaquín Mortíz, el Conaculta coeditó: Los hijos del conquistador, que se encuentra en la serie Ronda de Clásicos Mexicanos.
Para teatro ha escrito: Todos los gatos son pardos, 1970; El tuerto es rey, 1970; Los reinos originarios, 1971; Orquídeas a la luz de la luna, 1982 y Ceremonias del alba, 1991. Tiene el libreto para la ópera: Santa Anna, sobre el político y militar mexicano Antonio López de Santa Anna, del compositor cubano José María Vitier.
Entre los numerosos premios que ha recibido se encuentran: el Internacional Alfonso Reyes, 1979; Rómulo Gallegos, 1977; Premio Cervantes, en 1987; el Príncipe de Asturias en 1994. En 2009 le fue otorgada la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua en agosto de 2001. Además obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes, 2009. Este 2011 obtuvo el Premio Fomentour de las Letras en reconocimiento a toda su obra; y el pasado mes de octubre recibió el doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Michel de Montaigne Burdeos 3.
En 2008, el Conaculta organizó el Homenaje Nacional Carlos Fuentes 80, en el que se reunieron 150 personalidades relevantes de la cultura, la academia y la política de México y varias naciones del mundo.