La obra en cuatro actos de Georges Bizet, con libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, fue presentada en el Teatro Julio Castillo por el Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes
En una plaza solitaria iluminada únicamente por un faro que irradia luz amarilla, en donde por las tardes niños, soldados y obreras de una fábrica de cigarros deambulan para distraerse de la monotonía, se encuentran dos pandilleros jóvenes pintando con aerosoles un enorme grafiti azul, hasta que dos policías aparecen, los atrapan, golpean y se los llevan arrastrando sin rumbo fijo.
Es ahí donde viven y conviven los 61 extraños personajes de la ópera Carmen, la cual la noche de este martes 18 de septiembre fue presentada en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque en una extraordinaria producción que, por tres horas y media, cautivó a los asistentes.
La ópera en cuatro actos de Georges Bizet, con libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilha, basada en la novela de Prosper Mérimée y producida por Bertha Coutiño, fue interpretada por el Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes y protagonizada por la mezzosoprano Luisa Francesconi y el tenor Dante Alcalá.
Desarrollada en Sevilla, en el siglo XIX, narra la historia de amor y traición entre el cabo José y Carmen, una obrera gitana, quienes se conocen de forma indiferente en la plaza y después de forma más cercana durante una pelea desarrollada en el interior de la fábrica en donde trabaja.
En un arrebato, Carmen corta con una navaja el rostro de otra obrera. Este hecho que la conducirá a prisión, de la cual se logra escapar seduciendo a don José, quien a cambio de su promesa de amor la deja en libertad y le facilita la fuga. Evento que le costará su libertad ya que es encarcelado durante un año.
Sin embargo, don José logra salir y va en busca de Carmen, quien trabaja bailando y cantando en el bar Lillas Pastia y después, por motivos personales, como contrabandista. Es tal el amor que don José siente por ella que también se convierte en un contrabandista celoso y posesivo, a tal grado que se pelea a muerte con Escamillo, un torero que ha vivido enamorado de Carmen y que está decido a luchar por su amor a cualquier precio.
Carmen es invitada por el torero a la plaza de toros y acude para verlo y decirle que su amor es correspondido, sin embargo, al momento de dirigirse a la cita, se encuentra a don José, quien le suplica no lo deje y quien, tras ser rechazado en diversas ocasiones, se siente perdido y sin ilusiones. En venganza toma una navaja y de una puñalada mata a Carmen.
La obra, estrenada por primera vez en México en 1881, destaca por su escenografía, diseñada por Diego Siliano, ya que transporta al espectador en cuestión de segundos a múltiples lugares contemporáneos cercanos a ellos, desde una plaza iluminada por un farol y con unas cuantas bancas, pasando por un bar grande y luminoso, hasta una bodega sucia, abandonada y grafiteada que sirve de escondite.
Otro aspecto en el que se innovó fue el diseño de iluminación, realizado por Horacio Efron, quien recurrió, entre otros elementos, a lámparas de cartón redondas de color rojo y al uso de una bola de disco que, por más de 10 minutos, iluminó todo el teatro.
En la puesta en escena montada en el recinto del Conaculta también sobresale el vestuario diseñado por Luciana Gutman, el cual rompió con los estereotipos, ya que recurrió al uso de ropa informal: tenis Converse, botas militares y vaqueras, pantalones de mezclilla con estoperoles, vestidos cortos, cadenas, collares de plástico, chalecos, chamarras de cuero y blusas con dibujos o santos.
El final de la ópera sorprendió a los asistentes al igual que las coreografías que se presentaron en ella, las cuales fusionaron pasos de danza clásica y contemporánea, hip-hop y break dance.
La ópera Carmen también se presentará el viernes 21 y lunes 24 de septiembre a las 20:00 horas en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, ubicado en Paseo de la Reforma y Campo Marte, colonia Chapultepec Polanco.