Un poco de culto obseso a las celebridades en una subasta neoyorkina. No hay duda de que John Lennon, si se trata de celebridades, es de las más genuinamente admirables. ¿Pero el poder magnético de su persona en su muela? ¿Psicoarte conceptual? ¿Si la dejas debajo de la almohada tal vez el ratón interdimensional te consienta con más de 16 mil dólares en riqueza etérea?
La muela fue obtenida por la mucama Dorothy “Dot” Jarlett, quien trabajó para Lennon en Surrey de 1964 a 1968 (la época dorada de los Beatles), cuando era costumbre entre las estrellas de rock regalar sus dientes a sus ayudantes.
“Ella era muy allegada a John y un día, mientras platicaban en la cocina, John le dio a mi madre el diente (había ido al dentista el día anterior a que se lo extrayera) y sugirió que se lo diera a mi hermana como souvenir, que era fanática de los Beatles”, dijo la hija de Dot.
“Muchas personas consideran comprar memorabilia como inversiones. O podría ser un fan que simplemente quiere una parte de John Lennon”, dijo Karen Fairweather de la casa Omega Auctions.