Charlie Sheen ha tenido problemas con las drogas y recientemente dijo que habla de rehabilitación a sus pequeños Bob y Max, de dos años.
Pero la palabra viene a su vocabulario no por él, sino por su ex esposa Brooke Mueller.
Charlie quedó divorciado de Mueller hace unos días, pero no por ello deja de atacarla.
Según el sitio web del diario El Mundo, Sheen dice que suele enseñar nuevas palabras a sus mellizos y entre esos términos se encuentra «rehabilitación».
El actor dice que lo hace para que los niños «sepan siempre y en todo momento dónde está su madre».
Sin embargo, su comentario no fue bien visto, pues aunque Mueller ha estado en rehabilitación y hace semanas se dijo que había recaído, Sheen también ha tenido que recibir ayuda, aunque él asegure que es distinto porque tiene «sangre de tigre».
Agencia El Universal