Chiapas: el rompimiento de la palabra y la reciprocidad

Chiapas: el rompimiento de la palabra y la reciprocidad

La justicia ya elabora un expediente a Eduardo Ramírez

Y Manuel Velasco busca al PRI en busca de una agenda

En Chiapas se faltó a la palabra.

El acuerdo político convenido en 2012 fue violado y ahora, con el rompimiento de la alianza entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista de México (PVEM), se va a un futuro incierto.

El principal beneficiario, quién lo duda, es Andrés Manuel López, el partido de su propiedad –Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)- y por supuesto su candidato Rutilio Escandón.

Recurramos a la historia:

En 2012, dada la popularidad del senador Manuel Velasco, el entonces candidato presidencial Enrique Peña dio su anuencia para la sociedad PRI-Verde por la gubernatura y otros cargos locales.

En la palabra se estableció el compromiso de reciprocidad en 2018.

Con base en ese acuerdo, el priísmo esperaba el allanamiento del gobernador y la cúpula verde para postular a Roberto Albores, el mejor posicionado según el mando tricolor.

-Pero nos negaron la reciprocidad –me aseguró ayer el dirigente estatal del PRI, Julián Nazar.

LA JUSTICIA OBSERVA A EDUARDO RAMÍREZ

¿De quién es la culpa?

De todos, podría contestarse.

Extraño, pero los principales opositores no fueron quienes tienen mando y popularidad en Chiapas, el gobernador Manuel Velasco y el senador Luis Armando Melgar.

La operación en contra de esa alianza fue y es del dirigente estatal del PVEM, Eduardo Ramírez, quien aspira a ser el candidato y todavía está por verse si lo consigue.

Enfrente tiene al propio Melgar y al mandatario, cuyo poder nadie niega, pero también –y aquí va una primicia- a los aparatos procuradores de justicia, desde donde se le integran expedientes.

Guardemos el morbo para ver si deciden actuar en tiempos electorales.

Otro adversario de Ramírez y el Verde es la situación legal, pues hay errores de procedimiento en registros y alianzas y la revisión pasará por el Instituto de Elecciones y de Participación Ciudadana (IEPC), pero sin duda llegará hasta el Tribunal federal.

El PVEM podría quedarse sin abanderado, cuya ausencia beneficia solamente a Morena.

No lo mencionamos arriba, pero también hay resistencia de priístas a la alianza porque el PVEM carga con el desgaste del gobierno de Velasco y, cálculo priísta, eso favorece electoralmente al tricolor.

En ese contexto, Julián Nazar Haro confirmó ayer:

-Nosotros como PRI vamos con Nueva Alianza (Panal) y nos apoyaremos en las candidaturas comunes para tener opción de victoria con Roberto Albores.

MANUEL VELASCO ABRE PUENTE CON EL PRI

Pese a este escenario, todavía faltan noticias electorales sobre Chiapas.

El senador Luis Armando Melgar, apacible en la marginación, promete mantener la alianza con el PRI “para contribuir con el séptimo padrón estatal en el triunfo de José Antonio Meade”.

Lo desconocido es lo hablado y actuado por el delegado priísta en el estado, Luis Miranda, a quien se le escapó el arreglo y no ha rendido informes a sus correligionarios.

Miranda, como informamos aquí, se reunió hace tres jueves en el restaurante Puerto Chico con el gobernador Manuel Velasco y el jefe máximo del PVEM, Jorge Emilio González Martínez.

No funcionó la presión contra El Niño Verde y, rota esa unidad, el peor resultado sería dejar el camino franco a Rutilio Escandón, el candidato de Andrés Manuel López.

También queda pendiente la intervención del gobernador, quien ayer tendió líneas de comunicación con el dirigente estatal priísta Julián Nazar Haro para buscar alternativas o, por lo menos, “atender temas del interés de todos”.