
El candidato de la coalición «Unidos por ti» Eruviel Ávila el día de hoy desde su blog, comparte esta información con sus seguidores, en donde expresa el su sentir y la realidad de Chimalhuacán y algunos otros municipios del estado de México.
Chimalhuacán, del náhuatl chimalli -escudo o rodela- y can –lugar-. Quiere decir “Lugar de los escudos”. Vecino de Texcoco, fue fundado en 1259 por gente originaria de Tula, otra parte de ésta era del pueblo de Culhuacán. Hablaban las lenguas chichimeca y náhuatl por ser descendientes de acolhuas y mexicanos.
El municipio de Chimalhuacán, hasta hace más o menos una década, era probablemente el más marginado del estado. Asentado en parte de lo que fue el lago de Texcoco (mismo que se fue desecando a través de los años), sus calles se convertían en verdaderos lodazales en épocas de lluvia. Tengo grabada la imagen de los niños saliendo de sus casas a la escuela con sus zapatitos boleados, tratando de evitar el lodo. Chimalhuacán vivió, hasta hace poco, en un atraso secular, histórico.
En los últimos años las cosas se han ido revirtiendo y la zona está entrando en un proceso de desarrollo que poco a poco va mejorando la calidad de la vida de la población. Falta muchísimo por lograr, pero se viven tiempos nuevos en Chimalhuacán. Precisamente por tantos años de necesidad, los chimalhuacanos son gente trabajadora, luchona, que sabe reclamar su derecho al progreso. Parecieran hacer honor al nombre de su municipio y como buenos guerreros, levantan sus escudos en defensa de su tierra. Como ellos mismos me dijeron durante la visita: “el municipio que fue el último en desarrollarse, hoy merece ser de los primeros”.
Muchas obras y programas hacen falta en la zona, pero particularmente me comprometí en esta visita a apoyar la creación de un Parque Industrial que genere 40,000 empleos para los habitantes del municipio, ya que la mayoría de la gente trabaja en el Distrito Federal y municipios vecinos del Estado de México. Ellos gastan buena parte de sus ingresos en transportarse, así que merecen tener oportunidades en su propia tierra. Este es un proyecto ambicioso que nos obligará a trabajar duro para lograrlo, pero cuando hay ánimo y fe, cuando se piensa en grande, se puede actuar en grande.
Una cosa que me da la seguridad que en Chimalhuacán y en todo el Estado de México se pueden lograr cambios profundos, es ver a una juventud participativa y comprometida con su comunidad. En este municipio conocí a dos chavos muy prendidos, César y Jeidy, nativos de Chimalhuacán; quienes me expresaron su ganas de participar política y socialmente para mejorar las condiciones de su gente. El él sueña con llegar a ser diputado para servir a su comunidad, ella quiere ser una gran diseñadora gráfica. Me entusiasmó mucho conocerlos y ver su fuerza y pasión.
Por jóvenes como éstos vale la pena Pensar en Grande. Hay levantar la autoestima de los mexiquenses, creer que sí podemos llegar a niveles superiores de desarrollo. Como les dije a mis vecinos de Chimalhuacán, nuestros niños deben saber lo que es tener zapatos boleados.