Madrid.- El Centro de Arte Moderno de la capital española cerrará esta noche el Año Borges, en el que se hicieron múltiples homenajes al autor de El Aleph al cumplirse 25 años de su muerte, con la presentación de un texto inédito que ahonda en la faceta borgiana más querida y defendida por el escritor, la de lector, y que analiza la obra máxima de Miguel de Cervantes.
«El libro Mi amigo Don Quijote es una buena oportunidad para explorar al [Jorge Luis] Borges lector. Porque él siempre se jactaba de los libros que había leído, pero no de los que había escrito. Y en estas líneas se puede ver muy claramente este rasgo tan suyo», afirmó María Kodama, su viuda, en una entrevista en el hotel Westin Palace de Madrid.
El libro contiene agudas apreciaciones sobre la lectura de la piedra angular de la literatura española, así como de su autor, y el personaje principal, Don Quijote de la Mancha, a quienes considera cálidamente «amigos» en aquellas líneas.
«Siempre hay un placer; siempre hay una suerte de felicidad cuando se habla de un amigo. Y creo que todos podemos considerar al Quijote como un amigo» , destaca Borges en el escrito.La obra se basa en la transcripción de una conferencia ofrecida en inglés por Borges en la Universidad de Austin,
Texas, en 1968. Y aunque ya fue publicada una versión en su lengua original en Europa, y se ha conocido una primera traducción al español en las páginas de la revista Poesía , este texto, según los editores, es «la versión íntegra, corregida, aumentada y más fiel» a la grabación que fue hallada por casualidad, a mediados de los 70, por el académico Julio Ortega, de la Universidad de Brown.
«Estudié y analicé mucho tiempo el contenido de ese cassette, ya que el inglés de Borges era muy claro, pero a la vez muy particular. Porque si bien lo hablaba con gran corrección, en muchas ocasiones utilizaba la sintaxis del idioma español, así como el modo de estructurar el pensamiento tan propio de nuestra lengua. Y eso, entre quienes no estaban al tanto de estas sutilezas, llevaba a hacer interpretaciones del texto que muchas veces no se correspondían con lo que el escritor había pensado o querido decir» , señaló el experto.
La edición de Mi amigo Don Quijote , que incluye una grabación en inglés, una transcripción en ese idioma y su traducción al castellano, se caracteriza por el cuidado puesto en su tratamiento y por su exclusividad, ya que sólo fueron impresos, hasta el momento, 100 ejemplares. Sin embargo, Kodama no descarta que se realicen más copias.
«Esta es una edición artesanal, que fue llevada a cabo gracias a los responsables del Centro de Arte Moderno. Y si bien no hay un proyecto concreto para editarlo, la idea es que este material tenga una mayor difusión» , afirmó.
Pero Kodama, que se casó con el escritor en 1986, prefirió destacar en todo momento la mirada especial que el nuevo libro tiene sobre el Borges lector, sobre todo a través de su afinidad con los animadores de las historias que más lo entusiasmaban.
«Cuando nos encontramos con un verdadero personaje en la ficción -dice el autor en el texto-, sabemos que ese personaje existe más allá del mundo que lo creó. Sabemos que hay cientos de cosas que no conocemos y que, sin embargo, existen. De hecho, hay personajes de la ficción que cobran vida en una sola frase.»
Y entre los ejemplos que acompañan al de Alfonso Quijano, Borges suma a Huckleberry Finn, Mr. Pickwick, Peer Gynt y Lord Jim. No obstante, Kodama recordó, no sin ironía, que su marido también tuvo «enemigos» en la ficción, como el gaucho Martín Fierro, de José Hernández, a quien «asesinó» en un recordado cuento.
«Él siempre decía que el libro fundacional de la literatura argentina debió haber sido Facundo , de Domingo Faustino Sarmiento, y no la obra de Hernández. Borges sostenía que el Martín Fierro se apoyaba más en las conductas del Viejo Vizcacha, es decir, de la viveza criolla, y que eso había sido la perdición de todos nosotros», apuntó, acerca de La muerte de Martín Fierro .
Kodama dijo sentirse muy satisfecha con los homenajes realizados en distintas partes del mundo durante el Año Borges, y destacó que Mi amigo Don Quijote podría ser una de las últimas, si no la última obra desconocida del autor en ver la luz. «No hay más material inédito de Borges, más allá de que yo tengo el prólogo de un libro y el guión de Para salvar a Venecia , que aún no se publicaron.
Pero todo lo demás que aparece son «fantasías del paciente», como dicen los psicoanalistas» , sostuvo.
Agencia El Universal