Más de la mitad de los 40 millones de niños y adolescentes en México viven en pobreza, y de ellos, alrededor de 4.7 millones se encuentran en pobreza extrema, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al citar datos del Reporte Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2014, presentado por el Concejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la CNDH añadió que de esa cifra, el mayor porcentaje de menores en pobreza extrema se encuentra en las comunidades indígenas.
En el marco del Día del Niño, la comisión destacó que el reto de nuestro país es cristalizar en los hechos el nuevo paradigma en que niñas, niños y adolescentes son titulares plenos de derechos.
Puntualizó que es preciso que el reconocimiento de sus derechos se traduzca en su aplicación efectiva, que se genere un cambio cultural de todas y todos los mexicanos basado en el respeto, protección y garantía de los derechos fundamentales de la niñez y la adolescencia, y en donde el trabajo coordinado permita lograr el mayor impacto a corto, mediano y largo plazos para que disfruten de los servicios y oportunidades para su pleno desarrollo.
La CNDH consideró que ees necesario reconocer que prevalece la desigualdad, inequidad, pobreza, discriminación, violencia, explotación y trabajo forzado en la realidad de personas menores de edad, cuya voz es anulada por voluntades todavía reticentes al reconocimiento de sus derechos contenidos en instrumentos internacionales, la Ley General y leyes locales de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Indicó que 78.6 por ciento de niñas, niños y adolescentes en hogares indígenas y el 90.8 por ciento de quienes hablan una lengua indígena se encuentra en situación de pobreza.
Las niñas, niños y adolescentes indígenas tienen derechos específicos como integrantes de los pueblos originarios, como la preservación y goce de sus culturas, lenguas y tradiciones que el Estado debe promover.
Insistió en que la niñez indígena requiere de acciones con pertinencia cultural, que permitan su desarrollo pleno, así como el respeto a la diversidad.
El diagnóstico de CONEVAL y UNICEF mostró también que para el 2014, 21.4 millones de personas en el rango de 0 a 17 años de edad carecían de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales, a la alimentación, educación, protección de su salud, a una vivienda de calidad y con servicios básicos, entre otros.
INF./TELÉFONO ROJO/QUADRATIN