Cómo el clero católico le declaró la guerra a Peña Nieto

Cómo el clero católico le declaró la guerra a Peña Nieto

No hay información ni proyecto. ¡Vámonos por la libre!

Yucatán: proyecto a largo plazo a la reindustrialización

La historia fue contada por dos prelados.

Fuente directa, pues.

En junio pasado, dos semanas después de las elecciones, por fin el alto clero mexicano fue recibido en la residencia presidencial de Los Pinos por su titular Enrique Peña Nieto.

Cita lograda tras muchas gestiones desde semanas atrás, cuando la jerarquía católica –y con ella las de otros credos- se lanzó contra la iniciativa para legalizar los matrimonios homosexuales y su derecho a adoptar.

A la convocatoria acudieron, digamos para omitir nombres de asistentes, la mayoría de los integrantes del Consejo de la Presidencia y del Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Los recibió el presidente, y uno se imagina entre los presentes al secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, como responsable del trato clerical y al omnipresente secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

El encuentro comenzó por pasar revista a ciertas circunstancias entonces recientes, como el activismo del obispo de Aguascalientes, José María de la Torre, en las elecciones de junio.

Sus homilías, pastorales y campaña desarrollada por catequistas, sacerdotes y feligreses fue fundamental para atacar a la priísta Lorena Martínez y beneficiar al panista Martín Orozco.

El resultado está a la vista y los fraudes, entre ellos miles de votos no contabilizados para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), los analiza el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

¡VÁMONOS POR LA LIBRE! Y ASÍ VAN

El tema pareció pasar de soslayo.

No hubo un reclamo de fondo -de gobernabilidad, debería decirse-, por la intervención política de la Iglesia Católica en asuntos políticos y el rompimiento del mandato divino Dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.

Eso engalló a obispos, arzobispos y cardenales.

Se sintieron cómodos y en ese ambiente reclamaron al presidente Enrique Peña Nieto la iniciativa para elevar a la calidad de matrimonio la unión entre dos personas del mismo sexo.

Y además, para adoptar niños como hijos propios.

-¿Por qué ahora? –encararon al presidente.

Hablaron varios prelados.

Alguno se atrevió a criticar el momento –elecciones, el país bajo fuego, la crisis económica, los alzamientos de maestros, el narcotráfico en su apogeo, etcétera- de semejante iniciativa.

-El tema pudo debatirse en otras circunstancias, señor presidente –concedió en su exposición sin especificar si los pastores católicos están dispuestos a aceptar más adelante esos temas escabrosos.

No hubo respuesta.

Salieron airados y con una consigna:

-Como no hay información ni proyecto de gobierno, ¡vámonos por la libre!

Y van por la libre y mueven multitudes en manifestaciones aquí, allá y acullá y ya llegó el nuevo nuncio Franco Coppola con la misión guiar esta nueva confrontación, preparar la salida del cardenal Norberto Rivera Carrera, esencia de la alianza con el poder político, y acabar con los príncipes, como aludió el Papa Francisco al arzobispo de la Ciudad de México en la mismísima catedral capitalina.

Ya estamos en tiempos de guerra Iglesia-Estado y vienen peores.

LA REINDUSTRIALIZACIÓN DE YUCATÁN

1.- La generación llegada al poder con Enrique Peña ya empieza a hacer cuentas.

El yucateco Rolando Zapata ha tomado conciencia de ello con motivo de su cuarto año y prometió continuar con su llamada reindustrialización del estado.

Dijo:

“Ha dejado buenos números tan sólo en su fase de preparación. Imaginemos ahora lo que podremos alcanzar cuando empieza a ponerse en plena marcha”.

Un trabajo, subrayó Zapata, de generaciones.

Y 2.- el debate entre los dirigentes patidistas Alejandra Barrales, Ricardo Anaya y Enrique Ochoa perfiló el rumbo de las próximas contiendas, las de 2017 y por supuesto la presidencial de 2018.

Anaya aprovechó sus exposiciones para exhibir a Ochoa, quien aumentó la luz como director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para irse a servir al patrón a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).