Ciudad de México.- Con una ovación de pie, el público respondió al excelso trabajo de los mexicanos Damián Alcázar e Itatí Cantoral en el estreno de la obra de teatro «Misery», en la que la actriz interpreta a una enfermera psicópata y él a un escritor que sufrió un accidente en carretera y ella lo secuestra.
En su regreso a los escenarios teatrales, luego de 13 años de ausencia, Damián Alcázar, reconocido a nivel mundial por las películas en las que ha participado, ganador de infinidad de premios y homenajeado en diversas ocasiones, reafirma su calidad de actor en la historia de horror escrita por Stephen King.
Itatí Cantoral, por su parte, ya no es la sobreactuada y fingida estelar de telenovelas como «María la del Barrio», «Salud, dinero y amor» o «Sin pecado concebido». Se nota su madurez histriónica e impacta al dar vida a la desquiciada enfermera fanática de la novela «Misery» y de su autor.
La puesta en escena, que dirige Antonio Castro, está basada en la obra literaria de 1987, cuya historia se llevó a la pantalla grande en 1990, dirigida por Rob Reiner.
Narra el caso de «Paul Sheldon», un afamado escritor de novelas románticas que, cansado de su personaje «Misery Chastain», su mayor éxito, decide ponerle fin a su vida.
«Sheldon» publica la novela para seguir escribiendo otro proyecto titulado «Autos veloces». Una tarde de invierno, después de tomar una botella de alcohol, sufre un accidente automovilístico a causa de la tormenta de nieve que cayó sobre la carretera.
Lo rescatará «Annie Wilkes», una enfermera profesional que le proporciona los cuidados médicos que necesita; además resulta ser una gran admiradora del personaje «Misery», lo cual no será agradable, ya que lo mantendrá secuestrado hasta que destruya su nueva obra y escriba un libro en el que «Misery» resucite.
Itatí logra cambiar el registro de su expresión cuantas veces se le requiera en la trama. En segundos pasa de la amabilidad a la más furibunda rabia. El glamour quedó fuera y la hija del fallecido compositor Roberto Cantoral acepta salir a escena sin gota de maquillaje que la haga lucir bella, al contrario, es una descuidada y avejentada mujer.
«Itatí me sorprendió como supongo también lo hizo con ustedes. Es una actriz con unas posibilidades tremendas y este papel seguramente la hará pisar mucho más fuerte. Tiene mucha energía, entrega, escucha y modifica cuando se le dan indicaciones», destacó Alcázar.
El experimentado histrión contagia al espectador la angustia, la incertidumbre y la desesperación que «Paul» siente al estar encerrado en una habitación, atado a una silla de ruedas, pues tras el accidente se rompió las piernas.
Sabe fingir ante su loca victimaria, pero ella no es tonta, y le habla de las veces que ha descubierto cuando él ha querido escapar de la cabaña donde lo tiene aislado del mundo amenazado por crear «El retorno de Misery» en la nueva máquina de escribir que le ha comprado.
«Acepté participar en esta obra porque conocía el libreto de la película y luego me sorprendió el texto dramático para teatro, es excelente. Jorge me había invitado a hacer ‘Rainman’, pero no pude debido a los compromisos que tenía en aquel entonces, así que esta vez acepté», dijo.
De lunes a jueves, el actor permanecerá en Colombia, donde grabará la serie «Kadabra», y de viernes a domingo estará en México para actuar, a partir de las 6:00 horas, en «Capadocia 3» y en las funciones que lo obligan a permanecer inmóvil en cama o sobre una silla de ruedas construida especialmente para el montaje.
Admitió que «Misery» le exige toda su energía: «Mi personaje es receptor, no llevo las acciones, tengo que esperar y estar a la disposición de esta fan, que en la vida real, sí me ha pasado. Lo bueno es que nunca estuve a su disposición, sólo fue por internet; sin embargo, siempre seré amable, lástima que ella no».
Para el actor Joaquín Cosío, uno de los invitados, «Misery» es una propuesta teatral muy arriesgada, porque se sostiene del trabajo de dos actores sin artificios ni elementos espectaculares.
«En el caso de Damián, su personaje está maniatado, disminuido en la cama o en la silla de ruedas, por lo que todo su trabajo expresivo lo debe transmitir a partir de esa condición. Me parece que Itatí logra construir su personaje con bastante solvencia.
«Viaja de un dulce fanatismo a una locura violenta e irracional. La puesta está muy bien lograda gracias a un director como Antonio Castro, de raíces universitarias», opinó.
Durante la función de estreno con invitados especiales y prensa, hubo risas, no obstante lo dramático de la historia. Al respecto, Cosío comentó: «La risa es una estrategia de la misma tensión, sirve para relajar al espectador y poder recibir lo que sigue, son válidas y necesarias».
La adaptación de la novela para México es de Oscar Ortiz de Pinedo, el diseño de audio y música original de Alejandro Giacoman, mientras que la escenografía es de Gloria Carrasco, quien transporta al espectador en el interior de una cabaña que apenas logra movimientos.
«La visión de Gloria fue no hacer una escenografía realista, porque queríamos salirnos de lo que pasó con la película. Está marcado que ‘Paul’ está bajo las influencias del Novril, la medicina que lo ayuda a contrarrestar el fuerte dolor de las piernas destrozadas y por eso se llegó a esta escenografía», indicó Pedro Ortiz de Pinedo, uno de los productores junto con su padre Jorge e Itatí Cantoral.
Carmen Salinas, Leticia Calderón, Gabriela Platas, Paco de la O, Joaquín Cosío, Alejandro Calva, Ingrid Martz, Celia Lora, Ignacio López Tarso, Carina Ricco, Alfonso Herrera, Damayanti Quintanar, Paola Núñez, Carla Estrada, José Elías Moreno, Rosa Gloria Chagoyán y Humberto Busto, entre otros famosos, asistieron a la gala teatral en el Foro Cultural Chapultepec.
Agencia El Universal