Conaculta busca convertir a México en plataforma intelectual del español

Al igual que el músico y compositor Mario Lavista y la fotógrafa Graciela Iturbide, el realizador Arturo Ripstein fue seleccionado para participar en Cátedra de Cultura México, iniciativa propuesta por el Conaculta que busca convertir a México en una plataforma intelectual del español.

Para ello, el Conaculta estableció convenios de colaboración con las universidades de Princeton, Chicago y California, con el fin de que creadores mexicanos participen con una conferencia magistral en cada una de sus especialidades y así, a través de la cultura, crear un puente de conocimiento y entendimiento.

Como lo explica el realizador Arturo Ripstein, “a mí me parece muy bien que se realice esta cátedra, porque mientras más nos conozcan en Estados Unidos a lo mejor nos aprecian”.

Arturo Ripstein tiene 67 años y es considerado como uno de los directores más importantes del cine mexicano, con una obra fílmica constante que suma más de 35 películas en donde ha creado un universo particular donde la ironía y los mundos sórdidos se convirtieron en detonadores del ingenio y la creatividad para reinventar la realidad.

Discípulo de Luis Buñuel, Arturo Ripstein dirigió su primera película en 1965, Tiempo de morir, escrita por Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, y desde entonces su presencia se convirtió indispensable para explicar el desarrollo del cine nacional.

Reconocido en los principales escenarios del cine mundial, Ripstein recibió en 1997 el Premio Nacional de Ciencias y Artes, y con sus películas ha conseguido el reconocimiento lo mismo en Festivales como San Sebastián, Venecia, Gramado, Cannes, entre otros.

En opinión del creador de cintas como El castillo de la pureza o La perdición de los hombres es importante cualquier iniciativa para difundir la cultura nacional y que en Estados Unidos se enteren de lo que se está haciendo en este campo.

Para el realizador es importante el ejercicio de la Cátedra de Cultura México, sobre todo por la alta población de hispanoparlantes que viven en Estados Unidos, y el hecho de que sea un cineasta uno de los participantes también resulta fundamental.

“Ya no se pone a discusión al cine como un valor cultural, no todas las películas entran en esta categoría, pero ciertas propuestas participan en la cultura. Al igual que los músicos o arquitectos, los cineastas formamos parte del entorno cultural, por eso es trascendental que se revise el cine mexicano más allá de la franjas fronterizas con Estados Unidos”, explica el director de El evangelio de las maravillas o Así es la vida.

Arturo Ripstein también sabe que el cine subtitulado es poco visto en el vecino país del norte, “el público está acostumbrado a los superhéroes o a las películas de animación. Incluso el cine independiente, con el que yo me formé, tiene poca difusión en Estados Unidos”, de ahí la importancia de que vaya a hablar de su cine a este país.

Durante su estancia en la Universidad de Princeton, New Jersey, que comienza hoy y concluye el jueves, Arturo Ripstein ofrecerá una conferencia magistral, después dialogará con el público y se analizará su cinta Profundo carmesí.

Ofrecer talleres, ser jurado de festivales o dictar conferencias no es algo ajeno al cineasta, quien incluso ha ofrecido algunos cursos en la Universidad de California. Por ello destaca su presencia en Cátedra de Cultura México, “espero que se abran una serie de puertas respecto al conocimiento del otro.

“Porque la cultura si puede ser un vehículo de entendimiento y la única opción de ser mejores, sobre todo en estos tiempos. La cultura es lo único que nos puede dar aliento para seguir”, puntualiza.

Arturo Ripstein tendrá lista ya su más reciente película, Las razones del corazón, para el mes de mayo, cinta que es una adaptación libre del clásico del romanticismo Madame Bovary de Gustave Flaubert.