El Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Conaculta informaron que concluyó la restauración de los murales Revolución y El canto y la música, obras que Rufino Tamayo plasmó entre 1933 Y 1938 en un par de inmuebles de la calle de Moneda, del Centro Histórico de la ciudad de México.
Esas obras son consideradas los murales más importantes realizados por el artista oaxaqueño en los años 30 del siglo XX, dentro de la llamada Escuela Mexicana, explicó el Instituto a través de un comunicado.
Revolución fue pintado en 1938, en una de las paredes iniciales y la parte superior de dos arcos de lo que hoy es el Museo Nacional de las Culturas, mientras que El canto y la música lo realizó en 1933, para la entonces Escuela Nacional de Música, inmueble que hoy alberga la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del dicho instituto.
Estudiantes y egresados de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), dependiente del INAH, tuvieron la oportunidad de aplicar conocimientos y metodologías probados por ellos mismos en anteriores intervenciones de pintura mural, explicó Jaime Cama Villafranca, restaurador perito que encabezó el equipo de la intervención.
La restauración de las dos obras de Tamayo se realizó con financiamiento del INAH y la aprobación y supervisión del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes.
La puesta en valor de Revolución se desarrolló durante siete meses, mientras que El canto y la música, dada su problemática, requirió año y medio de labores, detalló el organismo.
Agencia El Universal