El sector privado del país tiene fundadas expectativas de que en 2016, México tiene posibilidades de alcanzar un crecimiento económico de 3.0 por ciento, afirmó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther.
Empero, dijo, para aprovechar las señales de recuperación del mercado interno en 2016, es necesario atender y corregir los desequilibrios de la economía y preservar la salud de las variables macroeconómicas.
“Existe la esperanza y la firme determinación de que 2016 sea un mejor año para los mexicanos, con una mejoría sensible en el bienestar de todos. Hay optimismo al esperarse un crecimiento mayor a lo observado en 2014 y en el pasado reciente, con grandes oportunidades de alcanzar un crecimiento de 3.0 por ciento”, expuso.
De Hoyos Walther señaló que hay diversas señales que permiten anticipar la mejora en la economía, marcada por el fortalecimiento del mercado interno, a lo que se suman signos de recuperación sólida de la economía mundial y especialmente la estadounidense, que está íntimamente vinculada a México.
Apuntó que entre las señales de que se fortalece el mercado interno en México sobresale el crecimiento del consumo privado, después de permanecer estancado desde finales de 2013.
Refirió que las recientes cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), este rubro muestra un crecimiento de 3.9 por ciento en términos anuales al mes de septiembre pasado.
Señaló que esto se refleja en el alza del ingreso promedio anual de las empresas comerciales, de 5.2 por ciento real al mismo mes de septiembre, mientras que otro dato relevante es el incremento de las ventas de automóviles en el país.
Respecto a la economía de Estados Unidos, señaló que este nuevo ciclo de crecimiento abrirá más oportunidades a las empresas mexicanas para fortalecer su vocación exportadora, lo que representa grandes posibilidades de fortalecer las cadenas de valor a escala nacional.
“Más empresas mexicanas podrán insertarse en la competencia mundial, si el país mejora su competitividad sistémica y las empresas fortalecen la innovación en sus productos, sus procesos y sus modelos de negocios”, precisó.
De Hoyos Walther subrayó que para lograr el crecimiento firme de la economía, hay que preservar la estabilidad de las variables macroeconómicas, lo que requiere del compromiso de los sectores productivos y de los tres órdenes de gobierno para aprovechar la coyuntura favorable.
Propuso cuidar el déficit fiscal y el endeudamiento del país, que no son sostenibles en el mediano plazo.
Recordó que de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica 2016, se estima que al cierre de 2015 el saldo de la deuda representará 46.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para 2016 será de 47.8 por ciento.
“Este es un foco rojo en el tablero económico que estamos a tiempo de corregir. Tenemos que hacerlo. No podemos colocar en riesgo al país”, afirmó el dirigente empresarial, quien por ello, hizo un llamado a las autoridades hacendarias para vigilar el costo de servicio de la deuda.
De Hoyos Walther señaló que otro asunto muy importante a observar es el déficit en cuenta corriente reportado para el lapso enero-septiembre de 2015, el mayor en los últimos 17 años, que equivale al 2.9 por ciento del PIB.
Mencionó que otro de los grandes retos será enfrentar la caída del precio del petróleo, ubicado en niveles mínimos de los últimos ocho años, al romper el piso de los 30 dólares por barril.
Señaló que en el ámbito microeconómico, las empresas y las familias enfrentarán un gran reto, en la medida en que el costo del dinero tenderá a subir, por lo que planteó a las empresas ser más eficientes y productivas y absorber de manera ordenada una eventual alza de las tasas de interés.
En este entorno, señaló que la inversión privada, tanto nacional como extranjera, será determinante para activar el motor de crecimiento, dado que tiene un impacto directo sobre la productividad.
Señaló que los empresarios buscarán mantener el diálogo con el Ejecutivo y con el Congreso, para explorar alternativas que generen un entorno que permita abrir mayores fuentes de empleo en el sector formal y detonar el crecimiento de las existentes.
Dijo que se requiere la simplificación del sistema fiscal y avanzar en la desregulación y urgió a implementar mecanismos que faciliten la apertura de empresas y su operación cotidiana, para que haya más negocios que permanezcan en el mercado, crezcan y se consoliden.
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