Lo mejor de los últimos años de música indie rock y una probada de rock al más clásico estilo protagonizaron la segunda jornada del Corona Capital. Por un lado, The Eagles of Death Metal mostró su poderío como uno de los más nostálgicos representantes del viejo rock, con todo y sus tibios mensajes sociales, y por el otro hubo gratas sorpresas de las bandas emergentes de la escena independiente de Estados Unidos.
A poco más de un año de los atentados terroristas de París, acontecidos en el centro de espectáculos Bataclan, la banda estadunidense se presentó en México sin Josh Homme, pero con la encantadora y sorprendente presencia de Jesse Boots Hughes, quien cautivó con su peculiar estilo de baile, gafas rojas y la provocación al público mexicano, lúdica para las mujeres y sutil con la presencia de una chamarra con el mensaje en de “Mexico is The shit” o el de la playera del baterista con la leyenda “Leonard Cohen, canciones de amor y odio”.
El significado queda en el aire ya que en todo momento los músicos se mostraron agradecidos y complacidos de tocar en nuestro país. Cantaron éxitos como “I only want you”, “Complexity” y “I love you all the time”, con un extraordinario Dave Catching a la guitarra.
Antes, la propuesta independiente dominó las primeras horas del domingo. Bandas como la irlandesa Delorentos abrió el escenario principal con su rock alternativo al ritmo de “Petardu” y “Show me love”. La agrupación se encargó de poner a tono a los miles de personas que acudieron al lugar con vestimenta extravagante o sobreprotegidos para combatir el frío.
Una de las primeras sorpresas fue el rock alternativo de A Silent Film, originarios de Oxford y con el pianista y cantante Robert Stevenson a la cabeza, cantaron temas como “Tomorrow”, “Something to believe in you” y “Harbour lights”.
En otros escenarios cantaban Allah-Las y Sofi Tukker, mientras en otro escenario se daba una probada de punk con Bleached con sus festivas “Wednesday Night Melody” y “Think of you”, en la voz de las bellas y temibles Jennifer y Jessica Clavin.
La fiesta del dream pop llegó de la mano de Saint Motel y su sonido alegre en el escenario Corona, con su juego de colores y mariachi en temas como “Move”, “My tape” y “Cold cold man”.
Y así mientras la gente se protegía del frío, disfrutaba de las zonas de entretenimiento con el Carrusel de sillas voladoras que instaló como cada años Vans, o juegos interactivos algunos se dispusieron a ver bandas como Yuck, la versatilidad de Wild Nothing y el divertimento de Super Furry Animals, antes de ver la cátedra de rock indie que ofreció la emblemática banda sueca Peter, Bjorn and John con sus clásicos “Young folks” o “Second chance”, con su vocalista corriendo y tocando de lado a lado del escenario al ritmo de los aplausos de su público.
Hasta el cierre de esta edición esperaban cerrar la jornada Suede, Lana del Rey y LCD Soundsystem, entre otros.
inf./Tiempodigital/Crónica