El centro de la capital histórica de Polonia late en la plaza del Mercado, una de las más bellas y amplias de Europa.
En este lugar, donde en la Edad Media los comerciantes vendían sedas y especias de Oriente, hoy los visitantes encuentran cafés, músicos y universitarios.
Dominan la plaza la torre del Ayuntamiento y la Lonja de Paños (siglo XV). E
ste último edificio acoge en la planta alta una de las sedes del Museo Nacional y, en la baja, tiendas y el legendario restaurante Wierzynek, abierto en 1364 para atender a reyes y a mercaderes.
Para contemplar el centro de Cracovia, Patrimonio de la Unesco desde 1978, lo mejor es subir a la colina de Wewel donde se reúnen dos símbolos milenarios: el Castillo y la Catedral, en la que los reyes polacos eran coronados.