
La economía china moderó levemente su expansión y creció 9.5% en el segundo trimestre del año, como consecuencia de las políticas monetarias restrictivas, cuyo objetivo es limitar los altos niveles de inflación.
La cifra de crecimiento del primer semestre de 2011 se sitúa en 9.6%, siete décimas por debajo del 10.3% de crecimiento registrado en el gigante asiático en el conjunto de 2010.
La Oficina Nacional de Estadísticas china indicó en un comunicado que ‘la economía lleva a cabo actualmente un cambio que va de un crecimiento rápido impulsado por medidas de apoyo a otro en el que el desarrollo no tiene ayuda’ gubernamental.
Las cifras muestran que el crecimiento chino sigue estando impulsado por las inversiones en capital fijo, que progresaron 25.6% en el primer trimestre del año.
La Oficina también reveló el monto sobre la inflación para los primeros seis meses del año, que se situó en 5.4% respecto al mismo período de 2010.
El crecimiento de los precios está motivado sobre todo por el aumento del coste de los alimentos, que se disparó hasta 11.8% en los primeros seis meses y sigue siendo una de las principales preocupaciones del gobierno chino.
Pekín ha tomado medidas para frenar el aumento de los precios, restringiendo la política monetaria hasta en cinco ocasiones en los últimos ocho meses, con el aumento de los tipos de interés y las exigencias en las reservas de los bancos.
La inflación es vista con gran preocupación por el gobierno chino, que teme una oleada de descontento a causa de la crecida de los precios, sobre todo de los alimentos.
China se fijó el objetivo de crecer al 8 por ciento en 2011 y al 7% en el período de 2011-2015.
Agencia El Universal