México fue uno de los pocos países donde aumentó la desigualdad del ingreso entre 2002 y 2011 y aunque se registró cierta baja en el desempleo, los nuevos puestos creados son poco estables y de bajos salarios.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) expuso en el Informe sobre el trabajo en el mundo 2012, que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad del ingreso, muestra que en más de la mitad de las economías avanzadas y en tres cuartas partes de los países en desarrollo la desigualdad del ingreso ha bajado.
Sin embargo, no es el caso para México, que es uno de seis economías emergentes donde la desigualdad del ingreso aumentó de 2002 a 2011. En los demás países (60) cayó.
Según el documento, aumentó la desigualdad en Honduras, en Chile, en Costa Rica, y México se ubicó en cuarto lugar; en quinto en El Salvador y en sexto lugar Albania.
Todos los demás países redujeron la desigualdad del ingreso, destacando los casos de Sudáfrica, Colombia, Bolivia y Ecuador.
La OIT reportó además que los empleos creados entre 2007 y 2010 en los veinte países para los que hay información disponible han sido en su mayoría nuevos puestos que pagan remuneraciones por debajo de los salarios promedio.
“Este caso es particular de México, Argentina, Holanda, Sudáfrica y España”, señaló.
El análisis muestra que la naturaleza de los nuevos empleos de bajos salarios son de menor estabilidad que los nuevos empleos mejor pagados.
De acuerdo con la OIT aún hay un déficit de aproximadamente 50 millones de empleos y consideró poco probable que durante los próximos dos años la economía mundial crezca a un ritmo suficiente para reducir el actual déficit de empleo, “y ofrecer trabajo a más de 80 millones de personas que se calcula que entrarán en el mercado laboral durante este periodo”.
Agencia El Universal