Cristina Pacheco, la escritora y periodista que fue calificada como “mujer valiente”, “escritora infatigable, “pieza clave para la literatura” y “narradora que con sus relatos le ha dado voz a los marginados”, cedió a la emoción y le dedicó a su esposo, el poeta José Emilio Pacheco, el Homenaje Nacional que le brindaron ayer en el Palacio de Bellas Artes.
En medio de los aplausos, la autora de la columna Mar de historias que se publica domingo a domingo, se levantó de la mesa que compartía con los escritores Mónica Lavín, Rafael Pérez Gay, Hernán Lara Zavala e Ignacio Solares, para decir: “Tengo que reconocer a una persona que tempranito, todos los domingos, sale a la calle y compra el periódico y luego me habla y me dice: ‘salió tu texto’, para corresponderle, lleno la casa de olor a café”.
Dicho eso, Cristina caminó y se paro frente a un José Emilio que sonriente aplaudía a la mujer con la que ha compartido la vida y la literatura, la madre de sus dos hijas. Ella, le dio un beso en la mejilla y puso en sus manos el reconocimiento que dice: “A Cristina Pacheco, por su trayectoria en la literatura y el periodismo de nuestro país”.
Decenas de admiradores de la periodista que desde 1977 conduce el programa de televisión “Aquí nos tocó vivir” querían saludarla, muchos más esperaban afuera buscando verla y que acaso les firmara sus libros.
Mujer infatigable
Mónica Lavín, Rafael Pérez Gay, Hernán Lara Zavala e Ignacio Solares reconocieron la calidad literaria de Pacheco, su maestría con el relato y en delinear personajes que ella dice “no son son reales, todos son creados en mi imaginación”; los cuatro celebraron su capacidad para darles voz a los marginados, a los pobres y desamparados que en México llegan a 40 millones.
“Cristina ha escogido las palabras como ancla, para hacer visibles a todos aquellos que han mudado la necesidad de la lluvia por la supervivencia del asfalto; la sabiduría heredada por el instinto afilado de una ciudad que ofrece y quita”, dijo Lavín y recordó los orígenes humildes de Pacheco, su padre campesino venido de Guanajuato y su madre, que solía contarles relatos para compensarlos de la extrema pobreza.
Celebraron su calidad de entrevistadora. Pérez Gay dijo que Cristina es una pionera en llevar el periodismo a la televisión y la voluntad de contar historia urbanas. “Tras varios años, Cristina se convirtió en una figura central del periodismo nacional, confirmando de paso que el reconocimiento a fuego lento es el más serio y perdurable”.
Lara Zavala e Ignacio Solares reconocieron que por sus orígenes humildes, Cristina nunca se ha olvidado de los desposeídos, de los migrantes del campo a la ciudad; por eso su literatura tiene un gran valor sociológico.
Agencia El Universal