No es criticable que Andrés Manuel López Obrador viaje en avioneta privada para trasladarse de un lugar a otro en su campaña como candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-MC). Lo criticable es la contradicción con su promesa vertida en marzo del 2016: Viajar en aviones comerciales.
Claro, de ganar la Presidencia de la República; entonces vendería todos los aviones de lujo y él viajaría por carretera y en aeronaves comerciales. Pero como todavía no gana, pues apenas se celebrarán las elecciones, ¿tiene permitido así mismo usar avioneta privada?
Por lo visto, sí. Además ninguna ley se lo prohíbe, salvo que se trate de una avioneta o de un servicio de origen ilícito; pero no lo es.
Y él ya lo dijo bien claro: La seguirá usando. Porque son grandes las distancias a recorrer y muy poco el tiempo de campaña, según dio a entender. Aunque en ese momento refirió tratarse de un servicio público. Después se ventiló en los medios de que la avioneta es privada.
Ups. ¿Lo engañó su equipo de campaña? ¿O en realidad lo sabe? AMLO es muy cuidadoso, no pudo haber pasado por alto un servicio de esta naturaleza. Si fuera el caso, sería mejor renunciar al uso del transporte privado para optar por uno público: Un taxi aéreo.
Porque el uso de una aeronave privada conlleva al pago de favores cuando se asume el cargo, y es ahí donde empieza la crítica y la descomposición de la imagen del gobierno.
Los favores se pagan en efectivo, con posiciones en el gabinete o en las Legislaturas (federal y locales). En estos tiempos, nadie presta nada desinteresadamente.
Claro, si el servicio se paga en el momento, no tendrá por qué pagar favores cuando, en su caso, rinda protesta como Presidente de la República.
Incluso, al Instituto Nacional Electoral (INE) solamente deberá reportar el gasto.
Quizá no haga mella en él la crítica sobre el uso de una aeronave cuya renta costó 66 mil pesos por viajar cinco personas AMLO, Marcelo Ebrard, César Yáñez, Florentino Valencia y Alfonso Durazo, en la gira en Sonora. Porque en estos momentos cualquier cosa que se diga en contra de López Obrador, será tomada por seguidores como mala fe para desprestigiarlo y bajarlo del ánimo de los electores.
Además, pareciera que hablar en contra de AMLO le genera (al parecer) más adeptos.
Tal vez por ello, López Obrador se confía y despliega acciones que a veces chocan con sus promesas. Se sabe muy firme en la preferencia electoral, muy por delante del segundo lugar, Ricardo Anaya Cortés, de la coalición “Por México al Frente”; y con más ventaja frente al tercer lugar, José Antonio Meade Kuribreña, de la alianza “Todos por México”; y distante de los independientes Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón.
Es más, en ocasiones pareciera como si AMLO pudiera romper el mito de que ya llegó al tope en las preferencias electorales. Bueno, aún faltan casi dos meses y medio de campaña y todo puede ocurrir. Sin embargo, en estos momentos el tabasqueño se mira inalcanzable por sus competidores.
Entonces, ¿cuál es la prisa? ¿Por qué hacer cosas que ha criticado a los priistas? Además el uso de avionetas socialmente se contra-pone con la imagen del candidato de izquierda a favor de los pobres.
Claro, el uso de un servicio de transporte aéreo público de todos modos resulta oneroso. ¿Cuánto estarán pagando los demás candidatos presidenciales por este concepto?
En fin, a ver qué pasa. Pero por lo pronto, AMLO actúa como si ya fuese Presidente de México: Sin importarle la opinión sobre conductas que no van con él.
S.O.S DE TRABAJADORES DEL OPLE-OAXACA
Trabajadores del Organismo Público Local, denominado Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) lanzan un llamado al Consejo General de éste para atender necesidades laborales. Dicen que:
Hace dos años no tienen aumento de sueldo, cuando los consejeros y consejeras electorales sí se han incrementado sus percepciones por realizar la tarea electoral.
Algunos trabajadores todavía no han sido inscritos al seguro social.
Trabajan en condiciones deplorables en Consejos Distritales, pero sobre todo en Consejos Municipales, donde cada vez que sesionan tienen que contratar mesas y sillas.
Se trasladan como pueden porque este año el Gobierno del Estado no dio en comodato al IEEPCO camionetas y autos como años anteriores. ¿Falta de presupuesto o el Instituto no ha entregado las unidades de motor?
En fin, que las condiciones en que trabajan empleados y empleadas del IEEPCO, no son las óptimas como corresponde en una tarea de todos los días y todas las horas, pues en proceso electoral siempre son horas hábiles.
Eso sí, cuando las cosas salen bien, los consejeros, consejeras y funcionarios del IEEPCO se paran el cuello con el trabajo de quienes siempre hacen la talacha: Los empleados.
Hablando de funcionarios. Los trabajadores consideran urgente revisar la nómina del OPLE-Oaxaca porque hay personas que cobran en éste y prestan su servicio en otras instituciones.
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