La presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, casi emuló al panista Vicente Fox Quezada cuando como candidato a la Presidencia de México se refería a los corruptos y las personas no gratas incrustadas en el gobierno. ¿Recuerdan?
En sus discursos de campaña él decía que de ganar acabaría con las “sabandijas, alimañas, tepocatas y víboras prietas”. Algo así. Era su peculiar forma de prometer llevar ante la justicia a políticos que se habían enriquecido a costa del pueblo en el sexenio que fenecía.
Y eso a la gente le gustó, máxime cuando estaba harta de ver lastimada la economía de sus bolsillos mientras la clase gobernante llenaba sus cuentas bancarias personales con el dinero público.
Esa promesa de justicia fue una de las causas de la alta preferencia electoral a favor de Fox. Pero al cabo del tiempo se cayó estrepitosamente porque Fox no cumplió; la ciudadanía, decepcionada, dejó de creer en el cambio prometido y en el PAN.
Retomando el tema en torno Yeidckol, concretamente dijo: “Son muchas las sabandijas que se nos han infiltrado, son muchos los que están echándole el ojo al partido de una manera mezquina y perversa, porque están pensando que el partido tiene mucho dinero…Están desatados, también porque ven el poder y muchos se dedican a vender candidaturas, por eso están desatados”.
Ciertamente, a Morena se han colado cientos de vividores de la política, de personas convenencieras que en cuanto vieron la rentabilidad electoral abandonaron las filas del PRD, del PRI, del PAN, de Movimiento Ciudadano y hasta del PT para pasarse al partido deAndrés Manuel López Obrador.
Igual como ocurrió con el PAN cuando Fox ganó la Presidencia de la República. Cientos de militantes de otros partidos mutaron a panistas, así como ciudadanos sin filiación política anterior. Aunque, a decir verdad, fue menos evidente que en el fenómeno Morena.
¿Y qué pasó después en el PAN? Al cabo del tiempo los advenedizos resultaron traidores (con sus excepciones), y antes de finalizar el sexenio el padrón panista se desinfló (casi nadie quiso refrendar su militancia en Acción Nacional).
En fin, qué bueno que Yeidckol tenga claridad sobre la infiltración de “sabandijas” en Morena y de los riegos para el partido. Además de los riesgos para el Gobierno Federal encabezado por AMLO, y para los gobiernos y congresos locales.
Tales bichos no solamente pueden afectar al Morena, incluso sacando de una patada a Polevnsky, sino pueden acabar con la imagen del propio López Obrador. Porque a las “sabandijas” no les importa ni la democracia, ni la honestidad, ni la austeridad, ni nada.
Las “sabandijas” van a lo que van. Y seguramente están esperando la primera oportunidad para asaltar tanto al partido como al gobierno desde el mismo Ejecutivo o desde los congresos (de la Unión y locales). Por el momento aguardan al acecho.
Por eso bien haría Yeidckol Polevnsky en buscar los mecanismos adecuados para sacar de Morena a las “sabandijas”. No basta solo con advertir sobre la infiltración de las mismas.
Vaya, quizá en Morena ya hasta haya “tepocatas” y“víboras prietas”.
Ah, la infiltración viene ocurriendo desde el mismo nacimiento del partido. Es más, hay “sabandijas”orgánicas.
EL PODER DE SALOMÓN JARA
El senador Salomón Jara Cruz (el mismo que generó el escándalo internacional intentando borrar a las calificadoras) goza de gran poder sobre el Congreso del Estado de Oaxaca, donde la bancada de Morena cuenta con 26 diputados y diputadas.
Es la bancada mayoritaria. Pero lástima, porque está fraccionada.
La Coordinadora Estatal del Gobierno Federal y ex presidenta estatal de Morena, Nancy Ortiz Cabrera, tiene a favor 10 diputados: Arcelia López Hernández, Ericel Gómez Nucamendi, Griselda Sosa Vázquez, Ángel Domínguez Escobar, Inés Leal Peláez, Leticia Collado Soto, Pavel Meléndez Cruz, Othón Cuevas Córdova, Luis Alfonso Silva Romo E Hilda Graciela Pérez Luis.
El luchador social Flavio Sosa Villavicencio lleva la batuta respecto a tres del total de 26: Elisa Zepeda Lagunas, Magaly López Domínguez y Horacio, su hermano.
Mientras Salomón controla a 13: Mauro Cruz Sánchez, Alejandro López Bravo, Migdalia Espinoza Manuel, Fredie Delfín Avendaño, Gloria Sánchez López, Juana Aguilar Espinoza, Elena Cuevas Hernández, Emilio García Aguilar, Timoteo Vázquez Cruz, Delfina Guzmán Díaz, Rocío Machuca Rojas, Karina Espino Carmona y Laura Estrada Mauro, quien es la coordinadora de la bancada de Morena y por ende la presidenta de la Junta de Coordinación Política.
Así Salomón tendría el control de las decisiones políticas, administrativas y financieras en el Congreso oaxaqueño. Es más, el Tesorero fue puesto por este grupo. ¿Se dan cuenta de las dimensiones del dominio y poderío? Aun cuando 2 diputados del grupo jarista hayan sido puestos por Jesús Romero López, ex diputado local.
Curiosamente Salomón, Flavio y Jesús militaron en el PRD. Cada uno abandonó el barco en diferentes momentos. El senador fue el primero en saltar cuando AMLO dejó las filas del partido del Sol Azteca tras las elecciones presidenciales del 2012.
Retomando el tema: El control de Salomón en el Congreso de Oaxaca ¿es solo político o también financiero? ¿Tiene que ver con su aspiración de convertirse en el candidato de Morena a la gubernatura? ¿O nada de ello es atribuible a él?
Pues más vale que la bancada de Morena rinda cuentasdel presupuesto cameral, porque en los corrillos políticos locales ya se hablan cosas contrarias al principio de honestidad de Morena.
Por ejemplo, que si el dinero se usa en aspiraciones electorales de Salomón Jara, y en intereses personales de algunos diputados y de algunas diputadas morenistas.
Es más, anda el run run de que en diciembre pasado a la actual Legislatura local le fueron otorgados 64 millones de pesos adicionales al presupuesto 2018. ¿De verdad? ¿Y dónde está ese dinero? Dicen que ni siquiera pasó por las manos de los diputados.
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Rosy RAMALES