Escuché una intervención del diputado Jorge Carlos Ramírez Marín durante una sesión de la Comisión Permanente, en la cual criticó la postura en contra de los resultados de las elecciones del Estado de México del líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y vertió tres datos interesantes, reveladores de maraña electoral.
El primer dato: Que en los comicios de Edomex Morena solamente cubrió el 79% de las casillas electorales con representantes debidamente acreditados. Ups. O sea, dejó el 21% a la de Dios, solitas, sin nadie quien cuidara los intereses de este partido, los de Delfina Gómez y los de AMLO.
Bueno, las casillas no estuvieron tan solitas, porque el PAN cubrió el 85% y el PRI el 98.5%, lo cual significa, dijo Ramírez Marín, que las actas de escrutinio y cómputo de casilla estuvieron firmadas por lo menos por un representante partidista. Es posible. Pero lo interesante sería saber, en cuántas casillas no hubo representante de ningún partido, y en cuántas hubo uno solo y de qué partido.
Porque ciertamente es como dice Jorge Carlos, la cubertura de casillas es “elemental tarea para aspirar a ganar una elección”. Entonces, ¿cómo quiere López Obrador ganar comicios? ¡Imagínense que el descuido de casillas ocurra en las elecciones presidenciales del 2018! Pues denlo por derrotado desde ahora.
Y miren, en los tiempos actuales es cada vez más difícil que los partidos políticos, a través de sus representantes ante las mesas directivas de casilla, rellenen urnas a placer. Porque ahí están los funcionarios de la misma, cuya presencia garantiza la transparencia en las elecciones puesto que son ciudadanos previamente seleccionados al azar y capacitados ex profeso.
El problema es cuando no llegan todos o algunos de los funcionarios de la mesa directiva de casilla, porque entonces se toman a los ciudadanos formados de la fila y ya no hay tiempo de capacitarlos a conciencia, o los formados en realidad son emisarios partidistas. Y es en estos casos cuando los partidos, vía sus representantes, suelen despacharse con la cuchara grande; claro, no es una regla, pero puede ocurrir.
De ahí la importancia de acreditar representantes en el 100% de las casillas electorales. De otro modo, el partido, el candidato, el líder, nunca tendrá la certeza de lo ocurrido en las votaciones, pero sobre todo en el escrutinio y cómputo de los votos. Ah, porque los representantes avezados se pintan solos para marear a los funcionarios de casilla cuando, por ejemplo, es endeble la capacitación de los mismos.
En fin, cuando un partido no tiene representante ante la casilla es como no tener portero en la portería en una final.
Morena falló en su estructura. Quien sabe si algún adversario copto a sus representantes ante casillas, o si en realidad el partido no pudo o no quiso reclutarlos, capacitarlos y acreditarlos. Grave.
Las elecciones no se ganan con buenas intenciones, sino con estructura.
El segundo dato: Jorge Carlos Ramírez Marín, actual representante del PRI ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), dijo que Irma Carmina Hernández (sic) “es la presidenta del OPLE en Nayarit”, y ella fue “nada más y nada menos la representante del PAN en el Instituto” de esa entidad. Ups.
Bueno, consultamos la página web del Instituto Estatal Electoral de Nayarit e Irma Carmina Cortés Hernández aparece solamente como consejera lectoral, y la presidencia recae en Celso Valderrama Delgado; a menos que estos días lo hayan cambiado. ¿O se le barrió el dato al avezado de Jorge Carlos?
En fin, lo realmente interesante es la vinculación de Irma Carmina a un partido político siendo consejera del OPLE nayarita. Porque entonces revela que el INE se siguen privilegiando los intereses partidistas por encima del interés ciudadano. ¿Jorge Carlos haría la observación respectiva en su momento ante el Consejo General del INE?
Porque pareciera como si en el INE todos los partidos políticos exigen sus cuotas en los OPLE. Nada más chequen cómo quedaron integrados en el 2014 y como los están fraguando para el 2017 en la primera renovación en proceso.
Por ejemplo, en el OPLE Oaxaca hay dos panistas, dos priistas y dos de izquierda…y uno que ajusta su paso por dónde le señalan el camino de acuerdo a los intereses del padrinazgo. En breve se hará la renovación de tres consejerías, y desde el mismo Instituto, según cuentan, mueven influencias para obtener consejeros a modo del presidente, Gustavo Meixuiro Nájera, a quien internamente siguen vinculando José Antonio Hernández Fraguas, actual presidente municipal de Oaxaca (con posibilidad de reelección en el 2018) y ex representante del PRI ante el Consejo General del INE.
En ese sentido, dicen, que buscan impulsar a aspirantes afines. ¿Será?
El tercer dato: En su intervención en tribuna, Jorge Carlos Ramírez Marín dijo a los adversarios: “Los que vinieron a dar la cara por ustedes son los diputados del PRI que hicieron presidente a (Felipe) Calderón, nunca nos hemos arrepentido.” Ups.
Otro más que dice que los mexicanos tuvimos un Presidente de la República emanado del PAN, pero con el apoyo del PRI. ¿O no quiso decir eso? ¿O es como dijo Humberto Moreira en su momento, que el 2006 alguien le robó la elección a Andrés Manuel López Obrador?
Y eso ya pasó. Pero viene el 2018, y una lectura del pasado puede ser la siguiente: La repetición de la asunción del PAN a la Presidencia de México antes que AMLO.
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