CRÓNICA POLÍTICA: Panistas, contra CREO y la credibilidad del OPLE
Rosy RAMALES
Los panistas acordaron postular al más posicionado según el resultado de una encuesta ex profeso, y para la presidencia municipal de la capital oaxaqueña el más posicionado fue Sergio Bello Guerra, actual diputado local; resultado que ni los panistas locales creen.
Primero porque en el ambiente político electoral siempre sonaron más los nombres de dos mujeres: Leslie Jiménez Valencia y Alejandra García Morlan; ambas también diputadas locales. Y segundo, porque Bello Guerra compitió en el 2015 para diputado federal por el distrito de Oaxaca de Juárez, en las cuales midió su rentabilidad electoral sin grandes resultados.
En el 2015 en todo el distrito electoral obtuvo alrededor de 11 mil votos, de los cuales aproximadamente cuatro mil correspondieron a electores de la capital oaxaqueña.
¿Se puede ganar una elección municipal con tan bajo rango de votación? Claro, siempre es muy distinto el ánimo en las elecciones de diputados federales y en las municipales, éstas son apasionadas y registran alta participación ciudadana, sobre todo cuando van acompañadas de elecciones madre como las del próximo cinco de junio.
Por ejemplo, en el 2010 los dos principales competidores por la presidencia municipal de la capital oaxaqueña obtuvieron el siguiente resultado:
· El panista Luis Ugartechea Buegué de la coalición “Unidos por el Desarrollo” (PAN-PRD-PT-Convergencia): 64 mil 623 votos.
· La priista Beatriz Rodríguez Casasnovas de la coalición “Por la Transformación de Oaxaca (PRI-PVEM): 44 mil 175 votos.
Y en las elecciones intermedias del 2013, el resultado fue el siguiente en cuanto al primero y segundo lugar:
· El priista Javier Villacaña Jiménez de la coalición “Compromiso por Oaxaca” (PRI-PVEM): 33 mil 957 votos.
· El panista Francisco Reyes Cervantes de la coalición “Unidos por el Desarrollo” (PAN-PRD-PT): 33 mil 62.
Sergio Bello, ¿en verdad es lo suficientemente competitivo para superar o igualar cifras como las anteriores? Incluso, ¿una estimación de 20 mil votos para ganar la elección del próximo cinco de junio?, considerando que ésta no tendrá la expectativa ciudadana del 2010.
Y añadan el escenario adverso que actualmente enfrenta la coalición “Con Rumbo y Estabilidad para Oaxaca” (PRD-PAN): División de perredismo, falta de trabajo y de estructura panista, ausencia de aliados fácticos como la Sección 22 y grupos políticos de diversas filiaciones.
Para ambos partidos, “el horno no está para bollos”. Sin embargo, la encuesta del PAN dice que Sergio Bello es el más posicionado, y los panistas locales deberán cumplir su acuerdo de postularlo.
Tanto en los propios corrillos panistas como perredistas locales, ven a Bello Guerra como un candidato débil, cuya postulación abonaría más al escenario de derrota de la coalición PAN-PRD en las elecciones municipales de la capital oaxaqueña, lo cual afectaría la votación de gobernador, salvo la existencia del voto diferenciado.
Y hay otro problema: En términos del convenio PAN-PRD, a Acción Nacional corresponde poner al candidato de la coalición para la presidencia municipal de la capital oaxaqueña. Pero, los perredistas siguen reclamando la posición. Y es la hora en que nada han definido, y prevalece el riesgo de que la coalición total se convierta en coalición parcial y cada partido vaya con candidato a la alcaldía capitalina, lo cual impactaría las elecciones de gobernador.
En serio, ¿va Bello Guerra? Uy, y los perredistas tampoco cantan mal las rancheras, ninguno de los dos competidores internos (Lenin López y Hugo Jarquín) tienen el consenso social; tendrán seguidores a base de los “beneficios” que les hacen llegar a través del regenteo de “organizaciones sociales”, pero no el consenso general.
Pareciera como si para las elecciones del próximo cinco de junio, el único acuerdo entre panistas y perredistas es perder.
¿GANARÍA FRAGUAS?
Es un hecho que el ex representante del PRI ante al Consejo General de INE, José Antonio Hernández Fraguas, será el candidato de la coalición con el PVEM a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña. ¿Y ganaría?
Pues tiene posibilidades, sobre todo frente a un candidato débil como Bello Guerra, a menos de que éste repunte de manera irreversible durante la campaña electoral; claro, si finalmente fuera el candidato de la coalición PRD-PAN. El rompimiento de la alianza, daría mayor margen de triunfo al abanderado priista.
Aunque Morena lleva un buen candidato: Oswaldo García Jarquín, empresario y académico. Proyecta una imagen de izquierda responsable y propositiva. Por tanto, se convierte en una opción para perredistas, priistas y hasta panistas. En su propuesta de planilla lo acompañan personas de la sociedad civil, aceptadas socialmente, entonces puede jalar voto indeciso.
Quien sabe si los tiempos de ahora, también sean los tiempos de Fraguas. Incluso, en los círculos políticos empiezan a verlo como el priista cuya rebelión en contra de la candidatura de Alejandro Murat Hinojosa al gobierno oaxaqueño, solo fue amague para conseguir “chamba” de candidato a presidente municipal confiando en su buena estrella para ganar.
Hasta el momento, es su único mérito en torno a la elección. Y bueno, es justo reconocerle la valentía de enfrentar a las fuerzas internas y de advertir de la presumible falta de requisitos de elegibilidad de Murat Júnior, siempre lo sostuvo abiertamente, aunque ahora tenga que callar.
Distinto a diferentes aspirantes que sostenían lo mismo, pero nunca se atrevieron a desafiar a Murat ni siquiera con la mirada, la cual, frente a él, siempre estuvo en el piso. Eso sí, canalizaban sus ataques mediante los medios de comunicación y ahora aparecen en el equipo del cuarto de guerra del candidato.
LA CONSEJERA ESPOSA DEL PANISTA
Ciertamente, las coyunturas políticas a veces ocasionan situaciones complicadas para las personas. Por ejemplo, cuando en un matrimonio cada cónyuge tiene afinidades políticas distintas o iguales, y profesiones o vocaciones similares o diferentes.
Es posible que de repente “X” persona sea invitada a participar como candidato de algún partido político sin militar en éste y sin nunca habérselo propuesto, y su pareja desempeñe funciones de árbitro electoral por su propio mérito.
En ese caso, nada debe cuestionarse a ninguno de los dos. No obstante, la pareja tendría que excusarse de la función de arbitraje en asuntos relativos al candidato con el cual convive maritalmente todos los días.
¿Por qué viene todo esto a colación? Por la nota publicada ayer en el periódico Reforma, donde se deja al escrutinio público lo siguiente:
“El Partido Acción Nacional (PAN) asignó una candidatura como diputado plurinominal a René Mejía Torres, quien es esposo de la consejera del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO), Rita Bell López Vences. Además, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) analiza otorgarle, también, la candidatura por mayoría relativa en el distrito 14, que corresponde a la Ciudad de Oaxaca. El lunes, el Comité Directivo Estatal del PAN en funciones de Comisión Permanente Estatal asignó Mejía la posición 3 en la lista de candidatos plurinominales.”
¿Qué tal? Y siempre negaron el arribo de López Vences como cuota panista. Ella trabajaba entonces en el otrora Instituto Estatal de Transparencia, curiosamente presidido por un panista, Esteban López José, quien, evidentemente en todo momento rechazó la afiliación política; sin embargo, al principio fue impugnado por una panista, impugnación que no prosperó porque quien sabe cómo borraron su nombre de los registros de Acción Nacional.
René Mejía, esposo de Rita Bell, es militante activo del PAN desde hace tiempo y en distintos procesos electorales ha sido precandidato y candidato de este partido a diversos cargos de elección popular. Y pertenece al grupo panista enquistado en el Comité Directivo Estatal que apoyó en todo momento a Gustavo Madero para llegar y sostenerse en la presidencia del Comité Nacional y hasta para dejar sucesor.
En serio, ¿nada tuvo que ver la influencia del esposo en la llegada de Rita Bell al Consejo General del IEEPCO? Qué extraño entonces, porque en sus datos curriculares previos (http://www.ieepco.org.mx/acuerdos/2014/RitaBellLopezVences.pdf) no hay uno solo relativo a conocimientos y experiencia electoral. Ciertamente, aprobó el examen con una calificación de 80, tal vez producto de una buena memoria, un golpe de suerte y la guía de su esposo.
Grupo Fórmula en su momento publicó en su web: “Rita Bell López Vences…es afín al Partido Acción Nacional (PAN) e hizo campaña para este partido cuando su esposo René Mejía, fue candidato a una diputación federal”.
En fin, Rita tiene el mérito de haber aprobado el examen como quiera que haya sido. Sin embargo, su vinculación con el PAN le resta calidad moral para desempeñar la función de arbitraje electoral y pone entredicho la imparcialidad, independencia y objetividad de sus decisiones como parte de la autoridad electoral.
Imagínense que por convicción jurídica decidiera oponerse a otorgarle el registro al mexiquense Alejandro Murat Hijojosa candidato a gobernador de la coalición PRI-PVEM-PANAL, o a Benjamín Robles Montoya del PT; ambos adversarios y enemigos del abanderado de la coalición PAN-PRD, José Antonio Estefan Garfias. La acusarían de ser proclive a éste, aún cuando tuviera razón jurídicamente. En un caso así, ¿sostendría su posición? ¿O abdicaría tratando de salvar su honra?
Ya no puede salvar su dignidad, aunque deje de hacer.
O, imagínense cuando, en su caso, tuviera que votar la aprobación de la candidatura de su esposo. O ya en campaña, instruirle un procedimiento administrativo sancionador como presidenta que es de la Comisión de Quejas y Denuncias, por alguna infracción a la normatividad electoral.
Caray, cuánto desaseo de los panistas. Bueno, no todos, hay honrosas excepciones.
Pero quienes han estado de algún modo en el círculo donde se toman las decisiones internas, han promovido a las consejerías electorales a mujeres vinculadas maritalmente con panistas, o con otro tipo de afinidad. En el Consejo General anterior fungió como consejera electoral Alba Judith Jiménez Santiago, esposa del un panista y nuera de un consejero nacional del PAN.
Bueno, y no solo han promovido a mujeres a los órganos electorales, sino también a parientes hombres. Ahí esta el caso, por ejemplo, de Víctor Manuel Jiménez Viloria, quien desempeñó el cargo de consejero electoral en el Consejo anterior y actualmente es magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca; él tiene cierta relación familiar con el actual presidente estatal del PAN; dicen que uno es cuñado del otro.
¿Qué tal? ¿Y así quieren seguir gobernando, haciendo peores cosas que los priistas?
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