La adquisición de obras de arte y el deslumbramiento que causa el Museo Soumaya del mexicano Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo, fueron destacados hoy en el diario español El País.
En su edición de este lunes, el rotativo señaló que desde que Slim se casó en 1966 con Soumaya Domit empezó a coleccionar arte y su pinacoteca creció al ritmo de su imperio.
Slim señaló que ‘fue durante la luna de miel por Europa’ cuando empezó este interés.
‘Mi esposa siempre fue sensible al arte. Yo contribuí a aquella pasión con la compra de una colección importante de arte colonial mexicano. Y después me di cuenta de que en México no había museos con arte internacional’, dijo.
Agregó que principalmente había arte prehispánico, colonial y mexicano por lo que empezó a comprar arte europeo, que en aquel entonces era asequible, no tan caro como ahora.
Slim acaba de inaugurar un complejo en el que, junto a dos torres corporativas y dos bloques de apartamentos, brilla un moderno edificio en cuyo interior se dan la mano Salvador Dalí y Auguste Rodin vigilados muy de cerca por Diego Rivera y Rufino Tamayo.
‘Su nombre, museo Soumaya, en memoria de quien ya no está pero inspiró una colección que ya supera las 60 mil piezas’, anotó el diario español.
El museo, con un costo de más de 563 millones de euros (801 millones de dólares) sostenido por 28 columnas de acero de diferentes diámetros, consta de seis plantas, pero solo en la última, diáfana, penetra la luz natural.
El resto está protegido por 17 mil paneles hexagonales que reflejan los rayos solares y que, según el arquitecto, su yerno Fernando Romero, ‘evocan a la colmena y al trabajo en familia’.
Una de las cosas que llama poderosamente la atención es el aparente desorden en el que se muestran las obras.
‘Picasso, Rubens, Rodin, El Greco, Van Gogh, Monet, Cézanne, Renoir, Matisse, Brueghel, Tiziano o Leonardo da Vinci, por citar solo a unos cuantos, comparten espacio con una colección de monedas y medallas al mérito civil del Segundo Imperio mexicano con un mural de Diego Rivera o con un traje largo del diseñador Alexander McQueen’, detalló.
El director del museo, Alfonso Miranda, aseguró que tal promiscuidad tiene una razón de ser y es que la colección de Slim es tan extensa que da la oportunidad de establecer analogías, puentes de comunicación entre la historia del arte en México y la historia del arte en Occidente.
Agencia El Universal