TIJUANA
El poder político que recuperó el PRI en julio pasado en Baja California, otrora bastión de Acción Nacional, quedó ayer formalmente constituido con la toma de protesta de los cinco alcaldes de la entidad, todos de extracción tricolor.
Este contrapeso en la administración local se suma a la mayoría relativa que la bancada priísta tiene en el Congreso local, el cual ha entrado en menos de dos meses en diferencias con el gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán.
Uno de los cinco alcaldes que ayer tomó protesta en el cargo fue el empresario Carlos Bustamante Anchondo, quien lo hizo ante la asistencia de su dirigente nacional Beatriz Paredes Rangel y el senador Francisco Labastida Ochoa.
En el acto, Paredes Rangel ofreció su respaldo a los nuevos gobernantes municipales, a quienes demandó cumplir los compromisos contraídos con la comunidad bajacaliforniana.
El empresario mencionó entre sus prioridades para Tijuana la seguridad, el empleo, el desarrollo económico, así como el rescate y creación de espacios públicos para la convivencia familiar.
Advirtió que continuará la lucha contra el narco y anticipó que “no se permitirá que el crimen organizado esté nunca por encima de las instituciones del Estado”.
Entre sus primeras acciones, el martes se pondrá a consideración del cabildo de la ciudad el nombramiento del capitán retirado del Ejército Gustavo Huerta Martínez como secretario de Seguridad Pública. La designación del funcionario, quien durante la administración del panista Jorge Ramos Hernández ocupó el cargo de director de la Policía Municipal, fue anunciada durante una reunión del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Huerta sustituye al también ex militar y teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, a quien se le atribuye haber controlado la presencia del crimen organizado.
El nombramiento implica un seguimiento a la militarización de las corporaciones, pues en la costa —Tijuana, Ensenada y Playas de Rosarito— fueron nombrados otros ex militares
Deudas, pobreza y desempleo
En su primer discurso como alcalde, Bustamante lamentó que heredó una deuda de 2 mil millones de pesos y un serio problema de desempleo que afecta a 6.6% de la población en edad de trabajar.
La deuda representa alrededor de 140% de las participaciones que la ciudad recibe de la Federación.
Sumada la estadística a las personas subempleadas, esto significa un 10 por ciento de la población económicamente activa, la mayoría de entre 18 y 40 años, reconoció el funcionario.
El nuevo edil convocó a los empresarios de la ciudad a restituir en esta frontera la zona económica estratégica, por lo que además adelantó que trabajará hasta lograr la eliminación de las restricciones en el manejo de dólares y los controles excesivos para el cruce vehicular de Estados Unidos a México.
Alcaldías se visten tricolores
El primero de los alcaldes en rendir protesta fue Javier Robles Aguirre, de Playas de Rosarito, quien relevó en el cargo al también priísta Hugo Torres Chabert.
Al evento protocolario, llegaron diversas personalidades del medio político regional, entre ellos Osuna Millán.
Más tarde, en Tecate hizo lo propio Javier Urbalejo Cinco, quien a partir de las 23:00 horas del martes sustituyó al panista Donaldo Peñalosa Ávila.
Los tres nuevos munícipes coincidieron en comprometerse por encabezar sus respectivas administraciones de contacto permanente con la comunidad, en atención a los compromisos que adquirieron para lograr el voto de los bajacalifornianos el 4 de julio pasado.
Al final del día asumieron el cargo los alcaldes de Mexicali, Francisco Pérez Tejada Padilla, y de Ensenada, Enrique Pelayo, que sustituyen a dos panistas.
Agencia El Universal