•Donde Madero y Zambrano pierden su rijosidad
•El panista controla del momento a calderonistas
•Los Chuchos se aprestan a entregar el Pacto vivo
Cualquiera puede imaginarse las negociaciones sobre el Pacto por México.
La oposición, representada por el panista Gustavo Madero y el perredista Jesús Zambrano, suelta su exigencia:
-Queremos ver el padrón de beneficiarios de programa asistenciales.
-No tenemos ninguna objeción. En gran parte son los mismos de la época del panismo.
-Sí, pero ahora tienen muchos priístas.
-No sabemos su filiación política, pero todos cumplen el perfil de necesitados y por eso han sido incorporados a la Cruzada contra el Hambre.
-Pues mete también a estos otros, unos panistas y otros perredistas.
-Sí, hombre, los metemos.
En eso queda el compromiso y para la trascendencia mediática sigue el boletín de los anuncios donde se recalcan el blindaje, la auditoría de las listas de los pobres convertidos en clientela electoral y hasta la creación de un grupo revisor.
La nueva burocracia, donde caben los José Woldenberg o quien nos dé un poco de confianza, porque en México pagamos la desconfianza con organismos y salarios sin fin.
OXIGENO ANTE LA REBELIÓN CALDERONISTA
La crónica imaginaria tiene mucho sustento.
Pasada la tormenta en el vaso del pactismo, queda la sensación de chantaje rústico.
Gustavo Madero no ha podido afirmarse en el Partido Acción Nacional (PAN) ante la resistencia del calderonismo liderado por Ernesto Cordero, Margarita Zavala, Javier Lozano, Luisa María Calderón y Maximiliano Cortázar, por citar a los más conspicuos.
El propio Madero da certidumbres de controlar la Comisión Política del PAN y pide continuar con las previsiones y, con esos antecedentes simplemente, se espera la buena operación de quienes quieren sacudirse el yugo calderonista, como Santiago Creel.
Todo se cumple y el dirigente simula no estar en brazos del gobierno de Enrique Peña y haber triunfado con su rijosidad y gana tiempo ante Cordero, Calderón, Zavala y quien sea oposición en su partido.
ZAMBRANO NO QUIERE ENTERRAR EL PACTO
Con el perredismo sucede algo parecido.
Las rebeliones contra Jesús Ortega y Jesús Zambrano toman el rostro de René Bejarano, Héctor Bautista, Marcelo Ebrard, Dolores Padierna y Alejandro Sánchez Camacho y Los Chuchos se prenden del desliz de Rosario Robles en Veracruz con los programas asistenciales.
Pero Zambrano preside el Consejo Rector del Pacto por México y se niega a matarlo porque quiere entregarlo vivo este miércoles al priísta César Camacho.
Antes, reitera, debe encabezar algunas reuniones y todo se organiza para recibir la esperada noticia de la permanencia del PAN y de Gustavo Madero.
Ese fue el compromiso hace un mes, cuando se atravesó la inactividad política de las semanas santa y de pascua y César Camacho ofreció un mes más para el lucimiento de Jesús Zambrano.
Vendrá el cambio al frente del Consejo Rector pero pronto podría darse otro más, de alguien ya cansado de tanta veleidad política.
De quien no quiere ver al Pacto como rehén.